La primera ministra británica, Theresa May, y el presidente francés, Emmanuel Macron, apostaron hoy durante la primera visita oficial al Reino Unido del mandatario galo por reforzar sus vínculos en materia de defensa y seguridad a pesar de la futura salida británica de la Unión Europea (UE).
Los dos mandatarios, junto con diversos ministros y responsables de las agencias de inteligencia de ambos países, se reunieron en el marco de la trigésima quinta cumbre británico-francesa, que se celebró en la academia militar de Sandhurst, en el sur de Inglaterra.
En una rueda de prensa tras el encuentro, May y Macron coincidieron en subrayar la importancia para la seguridad en Europa de la relación entre ambos países, las dos mayores potencias militares del continente y sus únicos representantes en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La cumbre se celebró en un momento en el que Londres negocia con Bruselas los futuros términos del "brexit" y trata al mismo tiempo de fortalecer sus relaciones bilaterales con las principales capitales europeas, a fin de mantener la influencia del Reino Unido una vez abandone el bloque común, previsiblemente el 29 de marzo de 2019.
Macron subrayó que la salida británica de la UE no centró el diálogo durante la jornada, si bien durante la comparecencia ante los periodistas advirtió a Londres de que las firmas de la City, su centro financiero, perderán el acceso al mercado comunitario si el Reino Unido deja de contribuir al presupuesto de la UE.
"Si se quiere tener acceso al mercado único, incluidos los servicios financieros, bienvenidos, pero eso significa que se debe contribuir al presupuesto comunitario y aceptar la jurisdicción europea. Esas son las normas", afirmó el presidente francés.
Más allá de las tensiones que generan las negociaciones sobre la futura salida británica de la UE, May y Macron resaltaron su voluntad de continuar estrechando sus vínculos, especialmente en materia de seguridad.
Ambos países preparan una fuerza militar conjunta capaz de desplegar 10.000 efectivos de forma "rápida y efectiva" en 2020, avanzó May.
El Reino Unido anunció además que enviará tres helicópteros para reforzar la misión del Ejército francés en Mali, mientras que Francia colaborará con nuevos efectivos en el grupo de la OTAN liderado por el Reino Unido en Estonia.
Antes asistir a la reunión en Sandhurst, ambos mandatarios habían almorzado juntos en el "gastropub" Royal Oak, un local con una estrella Michelín en la circunscripción inglesa de Maidenhead, por la que May se presenta a las elecciones generales británicas desde 1997.
Tras la comida, se trasladaron a la academia de oficiales elegida como sede de la cumbre, a unos 30 kilómetros, donde fueron recibidos con honores militares.
Además de la defensa, el diálogo sobre la gestión de los asentamientos de inmigrantes en Calais, en la costa francesa frente a la isla de Gran Bretaña, fue otro de los focos del encuentro.
París ya advirtió a Londres este verano de que debe pagar más para incrementar las medidas de seguridad en la zona a fin de evitar que se vuelvan a levantar grandes campamentos de inmigrantes como el que se desmanteló a finales de 2016.
May ha aceptado ahora destinar 44,5 millones de libras (unos 50 millones de euros) adicionales a ese cometido, lo que se suma a otros 100 millones de libras (113 millones de euros) que ya ha invertido su Gobierno en los últimos tres años para mejorar la seguridad en Calais y otros puntos fronterizos del Canal de la Mancha.
Esa nueva contribución británica para mejorar la seguridad de la frontera francesa ha levantado críticas por parte de algunos sectores del Partido Conservador de la primera ministra.
"Los ciudadanos se van a preguntar, con razón, por qué le estamos dando todavía más dinero a Francia", declaró al periódico "Daily Mail" el diputado "tory" por la costera circunscripción de Dover, Charlie Elphicke.
"Nosotros continuamos entregando más dinero para seguridad y Francia continúa viniendo a pedir más. Ya está bien", dijo al mismo diario el parlamentario conservador Christopher Chope.
El portavoz de Interior del Partido Liberaldemócrata, Ed Davey, dijo por su parte que el Reino Unido no se vería obligado a desembolsar "otra enorme factura" si "el 'brexit' no estuviera ocurriendo".
En el terreno cultural, como gesto simbólico del buen entendimiento entre ambos gobiernos, Macron anunció hoy el préstamo al Reino Unido del conocido tapiz de Bayeux, del siglo XI que describe la preparación de la conquista de Inglaterra por los normandos y su victoria en la batalla de Hastings, en el año 1066.
La obra, de 70 metros de largo y que no ha salido de Francia en 950 años, cruzará el Canal de la Mancha en 2022, cuando cerrará por remodelación el Museo de Bayeux (noroeste de Francia), su ubicación actual, y se expondrá en una pinacoteca británica todavía por determinar.