Las personas discapacitadas, incluidas las mentales, tienen el derecho de tomar decisiones respecto a sus vidas, incluso cuando éstas implican riesgos y cometer errores, señaló hoy el Comité de Naciones Unidas sobre los derechos de este colectivo.
Este es el principio que define las nuevas directrices establecidas por el Comité para aplicar la "Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad".
"Se debe respetar la libertad de elección de todas las personas con discapacidad, sin tener en cuenta la ayuda que necesitan", señala en un comunicado Theresia Degener, integrante del Comité.
"Las personas con discapacidad, incluidas aquellas con minusvalía psicológica o cognitiva, deben contar con apoyo para que ellas mismas tomen las decisiones que consideren correctas. Las decisiones sobre su vida no deben ser tomadas por terceras personas, aunque se hagan por su interés", agregó la experta.
Degener recuerda que el artículo 12 de la Convención establece que "los discapacitados disfrutan el mismo estatuto legal que otras personas en todos los aspectos de sus vidas".
Sin embargo, a pesar de este artículo, la experta se lamenta de que en la práctica a muchos discapacitados se les cercena su libertad y se les niega derechos fundamentales como votar o casarse y fundar una familia.
El Comité destaca que los regímenes de custodia o algunas leyes de salud mental en la práctica privan a los discapacitados de sus derechos fundamentales, es por eso que han redactado las directrices sobre cuáles son las obligaciones de los Estados parte.
El Comité asume que, a veces, es difícil interpretar cuál es el deseo de un discapacitado, pero "las decisiones deberían tomarse sobre la base de la mejor interpretación de su voluntad y su preferencia" y no cuál sería "la mejor opción en función de sus intereses".