Malasia está investigando si alguno de los pasajeros o tripulantes a bordo del avión desaparecido tenía problemas personales o psicológicos que puedan explicar lo ocurrido, así como la posibilidad de un secuestro, un sabotaje o un fallo mecánico, ha indicado este martes la Policía.
La búsqueda del Boeing 777-200ER de Malaysia Airliens ha entrado este martes en su cuarto día, sin que por ahora se haya encontrado restos. El vuelo MH370 partió de Kuala Lumpur a primera hora del sábado, desapareciendo de las pantallas de radar alrededor de una hora después del despegue en el mar que separa Malasia del extremo sur de Vientam. Además, se teme que el avión podría haber dado media vuelta con respecto a su ruta.
Durante el vuelo no se produjo ninguna señal de alerta o contacto por radio que indicara un problema y, ante la ausencia de restos del fuselaje o datos de vuelo, la Policía está trabajando intensamente en las listas de pasajeros y tripulantes en busca de potenciales pistas.
"Quizá alguien en el vuelo adquirió un seguro por una buena suma de dinero, quiere que la familia lo reciba o alguien que le debía mucho dinero a alguien, ya saben, estamos analizando todas las posibilidades", ha explicado en rueda de prensa el director de la Policía malasia, Jalid Abu Bakar.
"Estamos analizando muy detenidamente las imágenes de vídeo tomadas en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, estamos estudiando la pauta de conducta de todos los pasajeros", ha precisado.
El hecho de que al menos dos de los pasajeros a bordo usaran pasaportes robados, confirmado por Interpol, ha incrementando las sospechas de que no fuera un problema técnico. Sin embargo, el sudeste asiático es conocido como un centro de fabricación de documentos falsos, que también son utilizados por contrabandistas, inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo.
UNO DE LOS DOS CON PASAPORTE FALSO, IRANÍ
Según el director de la Policía, uno de los hombres ha sido identificado como un iraní de 19 años, que aparentemente era un inmigrante ilegal. La identidad del otro todavía está siendo investigada.
"Creemos que no es probable que sea un miembro de ningún grupo terrorista, y creemos que estaba intentando emigrar a Alemania", ha señalado Jalid respecto al adolescente. Su madre le esperaba en Frankfurt y ha estado en contacto con las autoridades, ha precisado.
Preguntado sobre si eso significa que descarta el secuestro, Jalid ha dicho que "damos el mismo peso a todas las posibilidades hasta que completemos nuestras investigaciones".
Ambos hombres entraron en Malasia el 28 de febrero, al menos uno de ellos desde Phuket, en Tailandia, ocho días antes de tomar el vuelo con destino a Pekín, según el director de Inmigración malasio, Aloyah Mamat. Ambos tenían reservas para seguir su viaje hacia Europa occidental.