El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, ha afirmado este miércoles que su decisión de intervenir tras la operación militar georgiana contra Osetia del Sur en agosto de 2008, que desencadenó una breve guerra de cinco días entre ambos países, fue oportuna y eficiente, a pesar de las críticas que recibió por parte de algunos generales rusos, que argumentaron que llevó a una pérdida innecesaria de vidas.
"Todas las decisiones se tomaron exactamente cuando debieron ser tomadas. Adopté esa decisión dos horas y media después del comienzo del asalto georgiano", ha manifestado Medvedev durante una visita a Osetia del Sur para conmemorar los cuatro años que han pasado desde el ataque ejecutado por tropas georgianas.
"No demasiado pronto, porque hubiera estado mal teniendo en cuenta que se trataba del despliegue de las Fuerzas Armadas rusas en territorio extranjero, pero tampoco demasiado tarde", ha argumentado, según ha informado la agencia de noticias rusa RIA Novosti. "Los que dicen lo contrario o son unos ignorantes o manipulan los hechos a propósito", ha espetado.
Las acusaciones contra Medvedev aparecen en el documental 'El Día Perdido', que se centra en lo que ocurrió entre el 7 de agosto, cuando Rusia fue consciente de los planes de Georgia de atacar Osetia del Sur, y el 8 de agosto, cuando se produjo la operación y la respuesta rusa.
El tráiler del documental, que se puede ver en YouTube, aparece bajo el titular 'La cobardía de Medvedev mató a 1000 personas'. En la grabación aparecen varios generales de alto rango, entre ellos el exjefe del Estado Mayor del Ejército ruso Yuri Baluyevski.
Los exsoldados afirman en el documental que la negativa de Medvedev a emitir la orden un día antes costó la muerte a pacificadores rusos y civiles. El conflicto se saldó con la muerte de 67 soldados rusos, mientras que las autoridades surosetas estimaron el número de bajas civiles en 1.500 personas.
Las provincias separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjazia declararon unilateralmente su independencia de Georgia a principios de los años 90. El Ejército georgiano intentó recuperar el control de Osetia del Sur en agosto en 2008, lo que provocó la respuesta armada rusa.
Las relaciones entre ambos países siguen siendo tensas desde entonces. Desde que Mijail Saakashvili se convirtió en presidente de Georgia en 2004, el país ha estado intentando entrar en la OTAN, algo a lo que Rusia se opone firmemente. Tras la breve guerra entre Moscú y Tiblisi, la alianza militar apartó la idea de aceptar a Georgia como miembro.