La Unión Europea adoptó oficialmente este lunes la normativa que obliga a llenar los depósitos comunitarios de gas al menos al 80 % para el próximo otoño y compartir los "stocks" entre países de la UE para amortiguar el impacto de una eventual ruptura total de suministro de Rusia.
"Este es un paso importante para fortalecer la seguridad del suministro energético de la UE en el contexto de la guerra en Ucrania", indicó el Consejo de la Unión Europea tras adoptar formalmente esa medida en el marco de un consejo de ministros de Energía de los Veintisiete.
La medida, negociada en dos meses y acordada ya con el Parlamento Europeo, establece que los almacenamientos subterráneos de gas en el territorio de los Estados miembros deben llenarse al menos al 80 % de su capacidad antes del invierno de 2022-2023 y al 90 % antes de los periodos invernales siguientes.
Rusia ha cortado ya el suministro total o parcialmente a doce Estados miembros y la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, señaló a su llegada al consejo ministerial que "la situación es difícil y la crisis aún puede empeorar".
En general, la UE intentará llenar colectivamente el 85 % de la capacidad total de almacenamiento subterráneo de gas en la UE en 2022, frente al nivel actual del 55,71 % de esos almacenes.
"Dado que las capacidades de almacenamiento de gas y las situaciones nacionales varían mucho, dependiendo de su situación, los estados miembros podrán cumplir parcialmente el objetivo de almacenamiento mediante el recuento de existencias de gas natural licuado (GNL) o combustibles alternativos", agregó el Consejo.
España fue uno de los países que pidió que las existencias de GNL computaran en el cálculo de llenado de los depósitos.
Algunos Estados miembros no tienen instalaciones de almacenamiento en su territorio, por lo que la regulación establece que deben almacenar el 15 % de su consumo interno anual de gas en reservas ubicadas en otros países y así tener acceso a sus reservas de gas.
Esos países tendrán que afrontar la carga financiera que suponga ese mecanismo de solidaridad.
El reglamento adoptado también prevé "la certificación obligatoria de todos los operadores de sitios de almacenamiento subterráneo de gas por parte de las autoridades de los Estados miembros en cuestión", una medida que, sin nombrarlo, va dirigida a la gasística rusa Gazprom, acusada de manipular los depósitos para disparar los precios.
Las obligaciones de llenado de la capacidad de almacenamiento finalizarán el 31 de diciembre de 2025, pero las obligaciones de certificación de los operadores de almacenamiento continuarán aplicándose más allá de esa fecha, agregó el Consejo.
El reglamento también prevé la concesión de una excepción a Chipre, Malta e Irlanda siempre que no estén interconectados directamente con el sistema de gas de otros Estados miembros.