El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció este domingo que sus compatriotas acudirán a las urnas el próximo 21 de mayo, en un contexto de fuerte preocupación por el alto coste de vida.
“Nuestro gobierno no es perfecto”, dijo Morrison en una rueda de prensa en el Parlamento de Camberra, al asegurar que el Gobierno de la Coalición Liberal-Nacional tiene un plan basado en dar a la población “mejores empleos y la tasa de inflación (3,5 por ciento) más baja que se haya visto en 50 años”.
Las encuestas de la consultora Newspoll de principios de abril, realizadas poco después de la entrega del Presupuesto Nacional, dan una ventaja al opositor Partido Laborista de un 54 por ciento frente a un 46 por ciento de cara a los próximos comicios que determinarán quién tomará las riendas del Ejecutivo en los próximos tres años.
La Coalición, que gobierna desde 2013, tiene actualmente 76 escaños de los 151 que tiene la Cámara de representantes, mientras el Partido Laborista 68, y el resto se reparte entre las formaciones minoritarias en independientes.