El presidente de Venezuela cree que se pretende acabar con la "esperanza" de un mundo "multipolar"
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió este viernes en que Occidente quiere ir a una guerra para "desmembrar" a Rusia y acabar con la "esperanza" de un mundo "multipolar".
"Desde Venezuela lo denunciamos, quieren (Occidente) ir a una guerra para desmembrar Rusia, partirla en pedazos, destruirla y acabar la esperanza de un mundo multipolar donde podamos vivir todos", dijo el mandatario en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Maduro aseguró que, actualmente, el mundo es testigo de una "dictadura mediática" por parte de Occidente para "justificar una escalada que pudiera llevar a una guerra desastrosa, a una tercera guerra mundial".
"Se están alineando económica, política, diplomática y militarmente Occidente para ir una gran guerra contra Rusia", añadió.
El Gobierno de Venezuela rechazó el jueves la decisión tomada por los países de la ONU de suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos por los abusos cometidos durante su invasión a Ucrania, tal como informó el canciller Félix Plasencia.
"Como miembro fundador de la Organización de Naciones Unidas, la República Bolivariana de Venezuela reitera su compromiso con los principios y el mandato de su Carta Fundacional, y rechaza la decisión de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU", escribió el canciller en su cuenta de Twitter.
La Asamblea General de la ONU aprobó la iniciativa impulsada por Washington con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones, superando con holgura la mayoría de dos tercios necesaria, dado que sólo se tienen en cuenta los "síes" y los "noes".
Rusia es el segundo país suspendido del Consejo de Derechos Humanos desde que éste se creó en 2006. Hasta ahora, el único precedente era la exclusión de la Libia de Muamar el Gadafi en respuesta a la represión de las protestas de 2011.
La decisión de los miembros de ONU, tomada la mañana del jueves, se basa en supuestas "violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos" cometidas por las tropas rusas en el país vecino.
Desde que comenzó su invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero, Rusia se ha visto muy aislada y en la víspera del voto de ayer había presionado a numerosos países con una carta en la que les advertía de que votar a favor o incluso abstenerse sería visto como un gesto hostil y con consecuencias.