Se espera que la papeleta blanca domine al menos durante las tres primeras jornadas
Los parlamentarios italianos comienzan hoy a votar el sucesor de Sergio Mattarella como presidente de la República, la que será una batalla que puede tener repercusiones en el Gobierno y a la que las fuerzas políticas llegan sin acuerdos, por lo que se espera que la papeleta blanca domine al menos durante las tres primeras jornadas.
Tras la marcha atrás de Silvio Berlusconi que se había autoproclamado como candidato, algo inédito en la elección del jefe de Estado, los 629 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales convocados votarán casi seguramente hoy en blanco ante la falta de indicaciones por parte de sus partidos y en las primeras cuatro votaciones cuando se necesitan los tres cuartos del Parlamento para elegir al jefe de Estado.
Por lo que durante la mañana de hoy continuarán las reuniones en busca de un nombre que pueda aglutinar consensos pero en silencio para no "quemar" al posible candidato y sólo el jueves, cuando el "quorum" se reducirá a la mayoría absoluta, las formaciones desvelarán sus cartas.
Por el momento el bloque progresista formado por el Partido Demócrata (PD), el trasversal Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y Libres e Iguales (LeU) se mueve de forma conjunta y sus respectivos exponentes, Enrico Letta, Giuseppe Conte y Roberto Speranza, se reunieron este domingo de nuevo en Roma para seguir buscando un candidato.
Y avanzaron que en las próximas horas tratarán de impulsar una mesa de negociación con el resto de grupos en busca de un nombre consensuado.
Una de las apuestas de los progresistas, según los medios, es el fundador de la Comunidad católica de San Egidio, Andrea Riccardi, cuya organización desde 1968 es un emblema de integración, de acogida a los refugiados y de la mediación en numerosas guerras.
Pero aún así no tendrían los votos necesarios y necesitarían convencer a Italia Viva de Matteo Renzi, cuyos parlamentarios se han convertido en la bisagra en esta elección tanto para la derecha como para la izquierda.
Por su parte el bloque de la derecha reivindica el "derecho" de tener en cuenta primero sus ideas, avalado, alegan, por el hecho de que controlan más escaños en el Parlamento, aunque Letta ya ha rechazado que apoyarán cualquier candidato que provenga de este área.
Por el momento, aunque el actual primer ministro, Mario Draghi, parece el mejor candidato para ocupar el Quirinale, sede de la Presidencia, ninguna formación ha propuesto oficialmente su nombre, ya que su elección supondría una crisis de Gobierno si no se encuentra otra persona de consenso y abocaría a las elecciones anticipadas.
Queda por ver si los ultraderechistas Giorgia Meloni y Matteo Salvini obedecen la última voluntad de Berlusconi: mantener al economista Mario Draghi al frente del Gobierno.
Las votaciones se celebrarán en Montecitorio, la sede de la Cámara de los Diputados y debido a la pandemia se ha modificado el protocolo para evitar focos de contagio. Solo habrá una votación al día, los 1.008 electores entrarán en grupos de cincuenta y orden alfabético y se han cambiado las cabinas de voto para garantizar su ventilación.
Además el Gobierno ha aprobado un decreto para permitir a los diputados y senadores contagiados romper su aislamiento y viajar a Roma, pronunciándose desde el coche en el aparcamiento del Parlamento.