Una roca procedente de un asteroide ha entrado bruscamente en la atmósfera terrestre a la 1,33 hora de la madrugada de este miércoles, 6 de febrero, generando una gran bola de fuego que ha podido ser vista desde gran parte del país.
El fenómeno ha podido ser grabado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada y Sevilla.
Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto Smart, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
El evento ha sido analizado desde la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa por el investigador responsable del Proyecto Smart, el profesor José María Madiedo de la Universidad de Huelva.
Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 72.000 kilómetros por hora sobre el mar Mediterráneo, frente a las costas de Almería. Esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una brillante bola de fuego a una altitud de unos 116 kilómetros sobre el nivel del mar. El fenómeno alcanzó un brillo superior al de la Luna llena, por lo que pudo ser visto desde más de 500 kilómetros de distancia.
La bola de fuego avanzó en dirección noroeste, finalizando a una altitud de unos 58 kilómetros. Pudo ser grabada también por los detectores que el proyecto Smart opera en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla. La roca se destruyó completamente en la atmósfera, sin que ningún fragmento llegase a caer al mar, según ha informado La Hita en nota de prensa.