"La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar...", Albert Camus en La Peste.
Profesionales del CIBER de Epidemiología resumieron que en 2018 la gripe afectó en España a 800.000 personas, 52.000 tuvieron que ser ingresas y 15.000 fallecieron, la inmensa mayoría afectadas por otras dolencias que se agravaron fatalmente con este familiar virus que todos padecemos de manera regular. Pero es gripe y forma parte de nuestro argot médico. El coronavirus es otra cosa, suena infinitamente peor, no le conocemos, no sabemos de dónde proviene, qué lo causa, cómo se contagia y, lo más trascendente, si solo forma parte de entornos subdesarrollados o si tendrá la osadía de atacar este nuestro mundo moderno; entrar en Italia ha sembrado en este sentido el pánico porque ahí todos hemos visto el riesgo de cerca y, de pronto, Tenerife, Sevilla, Cádiz... Mucho se dice y escribe sobre este brote pandémico, aunque de entrada y al margen de la cuestión médica y del contagio en sí llama la atención el comportamiento de la sociedad y de todos los elementos que la conforman ante una situación de crisis y que nos lleva, por momentos, al extremo del miedo. En los extremos anida el oportunismo y escasea la sensatez.
Se han agotado las mascarillas. Pero no en China, en cualquier farmacia de pueblo andaluz. Es complicado incluso comprarlas por internet, en Amazón, donde ha multiplicado en todo caso su precio habitual por cincuenta. Y todo a pesar de que los médicos indican que usarlas en una zona de no contagio o por la calle o en el campo no sirve absolutamente para nada, pero la psicosis popular y las imágenes en televisión nos llevan a necesitar, y ya, cientos de ellas por si el virus inunda de pronto nuestro barrio. Puestos a ello, te las venden incluso serigrafiando tu cara: les mandas una foto y con ella las personalizan para que no pierdas estética y en la fina tela blanca aparezca la parte inferior de tu rostro, quién sabe si incluso con una sonrisa permanente al estilo del joker. Por supuesto que el virus chino es un regalo del cielo para los amantes del bulo, más si es en la red y viven de ello: el ajo no protege del contagio, los secadores no lo matan -mucho menos rociarte con orina infantil, puagg-, ni se trasmite vía picadura de mosquito; rociarte el cuerpo con alcohol o cloro no sirve para absolutamente nada ni está demostrado que las mascotas lo trasmitan y, el colmo, que la cocaína sea un remedio parece más bien idea del narcotráfico y de los adictos que, ya puestos, se pondrán a esnifar hasta las rayas de los pasos cebra con un tubo de escape de turulo. En fin.
Por no decir que cualquier tío tosiendo, más si estuvo de viaje alguna vez más allá de Despeñaperros, es sospechoso de estar infectado, en consecuencia aislado en la plata X del hospital H y ocupando titulares en una prensa que bascula entre el sensacionalismo de narrar el contagio y la cautela de no generar pánico pandémico. La sociedad en general deja al descubierto sus debilidades cuando una crisis la azota, por pequeña que sea. Esta lo es, pero a pesar de ello estamos a un paso de inundar las grandes superficies para acumular alimentos por si la Guerra mundial Z llega y este virus convierte a la mitad de la población en zombies.
28F. En el plano político, la semana se ha debatido entre las celebraciones por el Día de Andalucía y los sondeos indicadores del momento actual y de la intención de voto de los andaluces, cual es el publicado por esta casa y realizado por SW Demoscopia. Claro está que su resultado ha gustado más a unos que a otros, suele pasar, e indican ascenso del PP en general en detrimento de Ciudadanos, que paga también en Andalucía su descalabro nacional y que con preocupación ve que su trabajo en la Junta a quien le da rendimiento electoral es al PP. Paulatino descenso otra vez del PSOE-A, que del 28 por ciento de votos obtenidos en las pasadas elecciones desciende a algo más del 25 por ciento, e incremento de Adelante Andalucía y VOX. Lo que parece claro es que en esta situación continuaría formando gobierno el bloque de partidos de derechas porque la colación de PSOE y Adelante queda lejos de poder gobernar.
El debate interno crucial se produce alrededor de la candidatura de Susana Díaz, que pese a obtener el nivel de conocimiento mayor de todos los líderes políticos con el 97,5, obtiene una valoración del 3,54 -a dos puntos, y eso es mucho, del candidato del PP Juanma Moreno, que alcanza el 5,4-. Obviamente Díaz y su entorno han restado credibilidad al sondeo y, raudos, han sacado a la luz otro realizado por Celeste Tel para contrarrestar e indicar lo contrario, si bien ni la propia militancia socialista ha creído que tras este primer año de gris oposición el PSOE pueda lograr incrementar hasta en siete escaños su presencia en el Parlamento. En todo caso, el debate sobre el liderazgo del socialismo andaluz palpita por todos los rincones de la comunidad y el sentimiento unánime es de cambio, incluso aunque Pedro Sánchez finalmente se decantara por la continuidad de la ex presidenta Susana Díaz. Hasta en este caso buena parte del socialismo andaluz podría lanzar un órdago contra el mandato de Ferraz, tal y como sucediera en Valencia con la candidatura enfrentada a Ximo Puig e impulsada por Sánchez y que terminó perdiendo.
Y aunque desde Madrid se ha dicho que el congreso federal no será hasta el próximo año, no es descartable que Pedro Sánchez, una vez aprobados sus presupuestos antes del verano, acometa aprovechando su momento álgido su congreso para justo después del verano. Ya se sabe que el presidente puede decir una cosa y hacer la contraria con escaso margen de tiempo entre ambas, esa, hay que reconocerlo, es una conocida habilidad suya. En ese caso, Andalucía acometería congreso antes de final de año y ahí se verían todos las caras, esos mismos que estos días han vuelto a las trincheras tras el gesto de Ferraz con el nombramiento de la nueva delegada del Gobierno en Andalucía y la demora en la convocatoria de un congreso que esperaban fuese el del relevo del liderazgo. Un destacado dirigente andaluz sentencia: "Cuando el respeto de la gente lo tienes solo a cuenta del cargo que ocupas, cuando pierdes el cargo pierdes el respeto". Ahí es nada. E igual que ahora Pedro Sánchez y Susana Díaz son tan amigos el presidente le pide por amistad que se aparte y ella, siendo tan amiga, no tiene otra que dar gusto a su amigo Sánchez. A saber. Qué bonita es la amistad.
