Mientras los datos de turismo este verano en España caen en el verano más atípico de la historia, las
cifras de fallecidos por ahogamiento se mantienen muy
al alza.
Según los datos provisionales del Informe de Ahogamientos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, la provincia de Málaga ha registrado,
hasta el 31 de agosto, un total de
12 fallecidos por este motivo, 10 de ellos en julio y agosto. Si lo comparamos con el
año pasado, tan solo ha habido un
fallecido menos, ya que en 2019 se registraron 13 muertes por este motivo
, cinco de ellas en los meses centrales del verano.
Andalucía, en tercer lugar
En el acumulado de
2020 son
272 las muertes que se han producido en los espacios acuáticos españoles hasta el 31 de agosto.
La Comunidad Valenciana se sitúa en primer lugar con 54 fallecimientos. Le siguen Cataluña, con 38 muertes, y en tercer lugar,
Andalucía, que suma 36. Por tanto, Málaga representa la tercera parte de fallecidos por esta causa en la comunidad andaluza.
El
perfil de una persona ahogada en agosto es la de un
hombre (79%), de
nacionalidad española (86%),
mayor de 45 años (61%), que
pierde la vida en una playa (59%) o en un espacio en el que en el 54% de los casos carece de vigilancia,
entre las 10.00 y las 20.00 horas (66,9%).
Menores
En cuanto a los
menores fallecidos por ahogamiento, el pasado
mes de agosto perdieron la vida en toda España un total de 10 en distintos espacios acuáticos, lo que eleva el
acumulado de ahogamientos mortales de menores a 36 decesos. Se trata de una cifra elevada, que supone un incremento del 33% respecto a los ocurridos en 2019, según revela el primer Informe de Ahogamiento de menores en entornos acuáticos, elaborada por el proyecto de investigación ‘Ahogamiento.com’ y una empresa del sector toledana de cubiertas de piscina.
De nuevo,
Andalucía vuelve a estar en tercer lugar, con cuatro menores fallecidos por este motivo,
uno de ellos en Málaga. Concretamente, se trata de un pequeño de dos años, que cayó en una piscina en Alhaurín de la Torre el pasado 30 de julio.
Para
evitar estas desgracias, la
principal medida de seguridad es practicar la llamada ‘supervisión al tacto’, es decir, que los niños y niñas menores de cinco años o aquellos que no sepan nadar estén al alcance de nuestro brazo en todo momento.