Con tan solo 15 años la malagueña Sara López Martín ya sabe lo que es subir a un podio mundial. Lo hizo en la disciplina por equipos de orientación en el Campeonato del Mundo de Centros Escolares el pasado abril, donde participaron más de 24 países.
Para esta joven deportista, a la que le encanta correr y compagina el deporte de la orientación con el baloncesto, la experiencia en Estonia “fue increíble e inolvidable”. "Durante siete días competimos en un escenario natural muy diferente a lo que nos encontramos en España”, recuerda.
Aunque los nervios estuvieron a punto de jugarle una mala pasada, la malagueña se rehizo. “Era la primera vez que salía sin mis padres y en la primera baliza me desconcentré un poco”, confiesa.
Una forma de vida
Desde muy pequeña aprendió a leer la simbología sobre un mapa puesto que sus padres se lo inculcaron, tanto a ella como a sus hermanos. “Incluso las vacaciones las realizamos en función de las pruebas porque es una forma única de viajar y conocer lugares en un ambiente muy bonito”, explica la campeona del mundo.