El pívot Rubén García, que se ha comprometido con el Unicaja por lo que resta de temporada y dos más, afirmó ayer que “es un sueño hecho realidad” jugar en el conjunto en el que comenzó antes de emprender la aventura americana.
En su presentación como nuevo jugador del club cajista, indicó que “verlo desde la grada y la pista es una cosa distinta”, y enfatizó su ilusión por volver a casa “porque en el Martín Carpena han jugado muchos ídolos”.
Rubén García mide 2.13 metros, tiene 23 años, se formó en la cantera del Unicaja y, tras seis años en Estados Unidos, en el Sunrise Christian Academy y en las Universidades de South Florida y Samford, regresa al club cajista y dijo que está “a disposición del entrenador para lo que quiera”.
“Allí el juego es distinto, mucho más físico. El ritmo es más rápido y con mucho bloqueo”, afirmó Rubén Guerrero, quien disputó esta temporada con Samford 29 partidos con una media de 13.5 puntos, 8.5 rebotes y 2.2 tapones.
Por su parte, el director deportivo del Unicaja, Carlos Jiménez, afirmó que desde el club “estamos pendientes de los trámites legales, ha pasado el reconocimiento médico, ya está con el grupo”. “Dentro de la ilusión, él tiene un extra por pertenecer a la casa. Alguna vez lo he hablado con Alberto, ser de la casa es una ventaja y creo que en el caso de Rubén es aplicable".
"Ahora dependerá de su capacidad de trabajo y de las oportunidades que se gane, aunque tiene ganas de hacer las cosas bien”, explicó Carlos Jiménez, quien hizo hincapié en que “esta oportunidad se la ha ganado, y esto sólo ha hecho más que empezar. Dependerá mucho de cómo gestione lo que le tiene por delante”.
Sobre su fichaje, el director deportivo apuntó que “no le elegimos por el puesto, es más por su situación personal y que tiene una pertenencia al club. Las posiciones marcarán su espacio en la plantilla a día de hoy y en el futuro. Tiene unas facultades tremendas pero es un primer paso. El proceso empieza a partir de ahora y está en su mano”.