El Málaga resucitó ante el Real Oviedo en La Rosaleda y goleó 3-0 para romper la maldición que le hacía llevar más de cien días sin sumar los tres puntos ante su afición. Así, el equipo malaguista vuelve a los puestos para la promoción de ascenso a Primera al ser quinto.
Con una apuesta valiente se plantó en el césped de Martiricos el equipo ovetense que, mucho mejor plantado que los blanquiazules, dominó el balón el primer cuarto de hora del partido. Durante este periodo el Málaga dio un aviso con un cabezazo de Luis Hernández a un exquisito centro de Juankar que fue a las manos de Champagne.
El encuentro parecía decantarse por el lado visitante, que tuvo una falta peligrosa detenida por Munir. Pero llegó el saque de esquina para los malaguistas que dio pasó al serpenteo en el área de Ontiveros, saldándose con un penalti de Ibra sobre el marbellí.
La pena máxima la materializó Adrián González que chutó a la izquierda del portero con su zurda para poner por delante al conjunto malagueño (1-0, minuto 16). Tan solo pasaron dos minutos cuando, tras un centro que puso N’Diaye desde la banda derecha al segundo palo, Ontiveros la volvió a tener y la envió entre los tres palos, aunque salvó Johannesson peinando la pelota para desviarla por encima del larguero.
El Málaga, que no tenía la bola en el campo, se quedó con diez jugadores tras la roja directa a Keidi Baré. Instantes después, en un nuevo contraataque, el equipo de Víctor Sánchez llegó con peligro al área rival. En esta ocasión Blanco Leschuk no fue capaz de golpear el balón.
Aún así, sufría el Málaga para aguantar la ventaja. Fue entonces cuando apareció el duende en las piernas de Ontiveros. Detuvo el esférico en la esquina del área, buscó el lugar exacto entre la defensa para encajar el balón en la escuadra izquierda de Champagne. Golazo que puso al Málaga 2-0 antes del descanso.
La segunda parte se inició con un Real Oviedo volcado en ataque para dar la vuelta al marcador. Los minutos pasaban y el Málaga reaccionó llegando al área rival con destellos de peligro. En el 56, llegó el primer gran aviso de los visitantes con un pase al centro del área de Johannesson que cortó Adrián.
Era un partido eléctrico con un conjunto malagueño bien plantado a pesar de jugar con uno menos. Aprovecharon los locales otra contra, en el 80, dirigida por Leschuk, quien le dio un gran pase a Cifu para que el lateral picara la bola ante la salida de Champagne para hacer el tercero. Victoria local que sabe a resurrección.