La oficina del Banco Santander en la calle Armengual de la Mota de la capital malagueña será el lugar de la protesta, convocada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y a la que se suman Stop Desahucios y CGT, para exigir la paralización de los desahucios de Pepe y Karima, ya que ambos tendrán lugar la próxima semana. “Queremos negociar un alquiler social, dar una solución viable y digna para que estas familias no se vean en la calle”, aseguran desde la PAH en un comunicado.
Así, desde la plataforma explican la situación de estas personas que en breve serán, si no se evita, expulsadas de su casa. “Pepe esta grave, en el último mes lleva tres ingresos hospitalarios debido a una insuficiencia respiratoria que le obliga a depender de una bombona de oxigeno las 24 horas del día. Sin apenas recursos y sin posibilidad de trabajar, Pepe se enfrenta a la crueldad de un sistema que no respeta ni a los enfermos”, lamentan.
Por su parte, Karima, que vive con su hija menor de 14 años y es víctima de violencia de género, llegó a Málaga huyendo de su pareja para comenzar una nueva vida y tras pagar ochocientos euros en concepto de dos meses de alquiler a su casero, este desapareció. Al mes siguiente recibió una orden de desahucio a nombre de otra persona en su domicilio ya que, sin saberlo, había alquilado una vivienda ya embargada por el Banco Santander. La actual fórmula para desalojos express “no permite que Karima y su hija tengan derecho a la legítima defensa y las relega a la calle”. “Karima tiene concedida la ayuda al alquiler del Ayuntamiento de Málaga por tres años pero no encuentra quién le alquile una vivienda, el mismo problema que las casi 1000 familias que también están en su situación”, critican desde la PAH.
Por otro lado, ambos están habitando inmuebles en el centro de Málaga, en calle Ladrón de Guevara y calle San Agustín, “ni que decir tiene que en ambas viviendas el objetivo del alquiler turístico es primordial, una vez más la especulación económica prima por encima de las necesidades básicas de las ciudadanas”, denuncian, y añaden que “Pepe y Karima son un claro ejemplo de la deriva de la problemática de la vivienda en nuestra capital, un cóctel que mezcla la falta de un parque de vivienda público y social, con la masiva turistificación y el incremento de los alquileres. Las familias con escasos recursos o en exclusión social son las grandes perjudicadas y las primeras víctimas de esta dinámica que rige en Málaga”.