El Ayuntamiento ha aplicado esta técnicas en la zona de los Baños del Carmen
La Empresa Municipal de Aguas de Málaga, Emasa, ha concluido la reparación de una tubería de saneamiento en calle Bolivia, a la altura de los Baños del Carmen, empleando por primera vez un sistema alternativo a la obra civil tradicional en el que se evita levantar el acerado y la sustitución de la conducción dañada. La innovación ha permitido reducir de manera considerable el presupuesto de la obra, los tiempos de ejecución y las molestias que este tipo de actuaciones causan a los vecinos. El tramo reconstruido, de 120 metros de longitud y un metro de diámetro, presentaba atascos en diversos puntos debido a que por las juntas de la conducción habían entrado las raíces de los eucaliptos plantados en la zona.
Estos trabajos han alcanzado un importe de 37.437 euros, un 20% menos del coste de una obra convencional de las mismas características, y se han terminado en sólo tres días, cuando una actuación similar, sustituyendo la tubería, habría supuesto dos semanas de trabajo. Además de evitar la actuación de maquinaria pesada, en esta obra se ha prescindido de la intervención de Parques y Jardines, no ha sido necesario cortar el tráfico en la zona durante los trabajos y se han simplificado los trámites administrativos. Asimismo, la solución adoptada permite la reducción de los costes de mantenimiento de la tubería ya reparada.
La actuación ha comenzado recortando las raíces de los árboles que habían entrado en la tubería de hormigón armado por las juntas de las distintas secciones que la forman. Después, y para evitar que el crecimiento de las raíces vuelvan a afectar a la tubería, por su interior se ha introducido un nuevo tubo, denominado manga. Esta nueva conducción, fabricada en fibra de vidrio y reforzada por una resina, tiene cierta flexibilidad y puede desplegarse dentro del tramo de tubería de hormigón existente de un extremo a otro. Una vez colocado en su posición, el nuevo tubo flexible se rellena de aire para que se adapte al interior de la tubería de hormigón. Tras esta operación, el nuevo tubo se endurece al aplicarle en su interior luz ultravioleta con una serie de lámparas dispuestas a lo largo del trazado. Como resultado, el nuevo tubo flexible adquiere la misma consistencia que una conducción de plástico reforzado con fibra de vidrio (PRFV).
Días después de esta actuación, Emasa utilizó la misma técnica para reparar otro tramo de 300 metros de conducción de saneamiento en calle Papiro, por importe de 22.9787 euros. Está previsto que en fechas próximas la empresa municipal también emplee este método para rehabilitar una tubería de saneamiento de 98 metros de longitud en calle San Juan, presupuestada en 21.131 euros.