El llamado cine de autor ha entrado hoy en el concurso de la Sección Oficial del Festival de Málaga Cine Español con la película independiente 'Julie', dirigida por Alba González de Molina y rodada en una ecoaldea real del Bierzo leonés. El filme, que está protagonizado por la primeriza Marine Discazeaux y ha sido financiado totalmente de forma privada a través de una campaña de crowdfunding, se enfrentó a unas duras condiciones para llevar a cabo la logística del rodaje, ha explicado esta mañana la joven cineasta durante la presentación de su ópera prima, que profundiza en las relaciones personales.
Tirolinas, carretillas y un esfuerzo inmenso para trasladar los generadores y todo el material a esta ecoaldea recóndita de la provincia de León, donde viven 70 personas en verano y unas 30 en invierno.
González de Molina apuntó que en este trabajo, que narra la huida de Julie de su propia vida, “todos son primerizos”, por lo que el guión ha dejado la puerta abierta a la improvisación y la espontaneidad de los actores y los figurantes, estos últimos habitantes de la propia aldea. “Tras el documental me propuse el reto de hacer una película de ficción”, recalcó la realizadora.
Por su parte, Discazeaux ha relatado que aunque pueda sonar a tópico, ella trabajaba en un bar de camarera y un día González de Molina entró y le ofreció el papel de protagonista.
Respecto a la localización de la trama, la cineasta explicó que la elección de esta ecoaldea fue porque quería “sacar del confort al personaje”, “no quería ponérselo fácil”.
Daniel Martín, uno de los miembros de esta aldea y actor en el filme, ha dicho que todos los habitantes analizaron en varias reuniones los pros y los contras de esta filmación.
CRÍTICA
El carácter autoral de ‘Julie’, dirigida por Alba González de Molina, se queda en una ciega mirada por el denominado cine independiente. La cineasta firma el guión de una historia que incumple todos los pasajes que refiere su sinopsis. Cine de autor es más que condiciones adversas, falta de medios y de financiación como es este caso. Filmar otro tipo de celuloide al que se consume en las salas comerciales puede enfrentarse a todas estas dificultades, pero con los cimientos bien armados. En ‘Julie’, el guión es insustancial, anodino e intrascendente de aspectos de la vida ecológica.