Un hombre de 29 años ha sido detenido por la Policía Local de Málaga tras, presuntamente, agredir a un vecino que le recriminó por dar una fuerte patada al perro que paseaba.
Así, la Policía Local lo ha arrestado como presunto autor de un delito de lesiones, al que se le suma otro de atentado y amenazas a agentes de la autoridad, además de por maltrato animal.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 16.30 horas del pasado 27 de agosto en la calle Pintor Casilari Roldán cuando un vecino llamó la atención a este individuo, A.H.E.M., debido a que, presuntamente, había dado una fuerte patada al perro que paseaba.
El joven se dirigió hacia el vecino y sin mediar palabra le golpeó con fuerza en el ojo, tirándolo al suelo, donde, presuntamente, continuó propinándole puñetazos y patadas, tras lo que se marchó, según ha informado en un comunicado la Policía Local.
Efectivos de la Policía Local encontraron a la víctima sangrando, por lo que solicitaron una ambulancia, que, una vez en el lugar y ante las lesiones que presentaba, trasladó al hombre a un centro hospitalario.
MALTRATO HABITUAL AL PERRO
Al parecer, no era la primera ocasión en la que contestaba de forma violenta a vecinos que le recriminaban por su actitud hacia el animal, un perro que resultó ser de un hombre con el que, al parecer, el individuo compartía piso.
Los agentes se dirigieron hacia la vivienda del joven, entrevistándose con el dueño del perro, que, en un principio, manifestó que se encontraba solo en el inmueble. Sin embargo, los policías se percataron de que en la entrada de la casa había restos de sangre en el suelo.
Hasta el lugar se desplazó una dotación del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) de la Policía Local de Málaga, cuyos agentes reconocieron al animal, comprobando que presentaba un estado de delgadez extrema y parásitos externos, además de cojear de una pierna.
Asimismo, los policías solicitaron la documentación del perro, levantando varias denuncias administrativas a su propietario, ya que el animal se encontraba sin registrar ni identificar, no tenía la cartilla de vacunación al día ni se le había suministrado la asistencia veterinaria necesaria, entre otras cuestiones.
Instantes después, los policías locales volvieron al domicilio y detuvieron al presunto agresor, trasladándolo a dependencias policiales para, posteriormente, ser puesto a disposición judicial.
Al ser detenido, el individuo mostró una actitud hostil, llegando a arremeter contra los agentes, a los que dio empujones y golpes, además de amenazarlos. Incluso, se autolesionó.
En cuanto al perro, que fue atendido por un veterinario, su propietario firmó voluntariamente un documento de cesión, a través del cual se hizo cargo del mismo una vecina.