Hay cosas que ya te pillan mayor (o muy mayor), pero que, sin ánimo de nostalgias insulsas, hubiera estado bien poder disfrutar y aprovechar como lo hacen hoy los jóvenes literatos con talento. Es el caso de la Escuela de Jóvenes Escritores y Escritoras, un programa desarrollado por el Centro Andaluz de las Letras (CAL) para el apoyo a la literatura emergente, la formación, la difusión y el fomento de la creación joven que se produce y edita en Andalucía, un encuentro que acoge cada año en tierras malagueñas, en concreto en Mollina, a una media de 35 jóvenes de entre los 12 y 20 años procedentes de distintos puntos de Andalucía.
Dos de ellos por ciertos son becados tras ganar el concurso ‘Mi libro preferido’, un proyecto de fomento de la lectura en Andalucía, Ceuta y Melilla, que organizan la Fundación José Manuel Lara y la Fundación Cajasol.
Hablamos de un proyecto del Centro Andaluz de las Letras, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con sede en Málaga capital, que lleva 15 años propiciando que durante el mes de julio, cuando ya ha acabado el curso, a lo largo de una semana reúne a unos 35 niños y jóvenes de entre 12 y 20 años, “interesados en el aprendizaje de técnicas y escrituras, a los que les guste escribir y tengan interés por la prosa o por la poesía”, como recordó en una entrevista con Viva Málaga Pablo Morillo, director de la Fundación José Manuel Lara.
Claro que los escolares andaluces leen
Y es que la citada fundación, pone su grano de arena desde hace 11 años, que es el tiempo que hace que nació el concurso ‘Mi libro preferido’, un programa del fomento de la lectura que permite que sus dos ganadores, acudan a Mollina a formarse en técnica creativa y literaria.
Se trata de un programa, según Morillo, que nació con el objetivo de “potenciar la lectura en alumnas y alumnos de secundaria”, pero también, empeñado en “mejorar la comprensión lectora”, de modo que “sean capaces de hacer resúmenes o comentarios a sus propios compañeros y compañeras”, de que lean “y lean mejor”, y desmenucen y cuenten un libro recomendado por alguien de su círculo cercano, un profesor, que no tiene porqué ser específicamente de literatura, los padres, un amigo… También, de camino, se busca que encuentren un incentivo para escribir.
Una actividad que ha contado en su undécima edición con la participación de 1.437 alumnos y alumnas y 264 centros educativos. En esta convocatoria se ha querido además, abrir la participación a dos grupos: uno formado por el alumnado de 1º y 2º de ESO y otro por el de 3ºy 4º.
Como señala Orellana, este año, en tiempos de comentarios de textos potenciados por el Chat GPT, se ha apostado por la calidad en detrimento de la cantidad, de modo que, orientados por una profesora experta, se deben cubrir ciertos aspectos obligatoriamente, como el gimnasta o la nadadora de sincronizada que debe cumplir unas rutinas técnicas para puntuar. Así, hay que incluir "si me siento identificado con algún personaje, qué enseñanza saco para mi día a día, que me enseña de lo que he vivido y mucha impronta personal", destacó Morillo.
El responsable de la Fundación José Manuel Lara señala que "los jóvenes leen menos de lo que nos gustaría, pero es verdad que nuestra intención es que cuanto más lean mejor, pero sobre todo, que lean mejor, que sean capaces de comprender lo que leen, porque si no, no sirve de nada". Se trata de algo, asegura, que contribuye a que "tengan mejor rendimiento académico".
Este año, hay, como se ha señalado, becas para convivir con la creación literaria en el centro de Mollina, que disfrutan Iván sedano Martínez, de segundo de ESO del IES La Escribana, de Villaviciosa de Córdoba, que ha realizado un escrito sobre La Metamorfosis de Franz Kafka, con la tutorización de la docente Marta Briones Martínez, y Luisa Cabral Núñez, de cuarto de ESO del Colegio San Juan Bosco de Sevilla, que ha escrito sobre El Lobo Estepario de Hermann Hesse, con la guía del profesor José Blas Moreno Beltrán.