Salir de una villa, un barrio marginal argentino, no es fácil, y la directora Natural Arpajou lo ha mostrado sin tapujos en su segunda película, "Libre", una producción con un presupuesto de menos de 2.000 dólares y desarrollada durante siete años, que este jueves ha sorprendido en la sección oficial del Festival de Málaga.
"Soy de un barrio con escasos recursos en Argentina, y después de muchos años quería retratar de forma más íntima ese espacio, que en general es retratado de una forma lejana, con la que su gente no se siente representada", afirma Arpajou, también coguionista junto a Alan Nicolás Gómez.
Contó con un elenco técnico y artístico formado "al 90 por ciento con gente de ese barrio", después de montar un equipo con los alumnos a los que impartía allí clases de cine desde hace siete años, "pero no tenían acceso a la industria argentina".
En las primeras versiones había "un final feliz y esperanzador para la gente humilde", pero a la postre optó por retratar la realidad y "contar que no es tan fácil que haya una buena salida en un barrio marginal".
"Me parece que el cine de autor debe ser muy cercano, narrar algo que conozcas mucho. Había empezado a dar clases en un centro cultural de una villa y dije que yo no iba a sacar a la gente de las drogas y de la calle, iba a enseñar cine. Cuando se da espacio a la gente, la gente quiere y hay un talento increíble", resalta.
Añade que una villa "es un universo dentro de la ciudad, con sus propias reglas", y es un lugar donde "se cortaba la luz y un vecino te lanzaba un cable, la gente prestaba sus casas o la ropa, y al mismo tiempo mataban a alguien en la casa de al lado por drogas".
"La única forma de salir de ese círculo es con la cultura. Si saliste de la cárcel, no te emplea nadie, o el empleo es limpiar baños. Solo queda robar o los trabajos ingratos, en los que el trato es inhumano", lamenta Arpajou.
Uno de los temas principales es la persecución policial a los habitantes de estos suburbios y cómo "matar a chicos de la villa es moneda común, los matan y no se resuelve".
No solo contó con actores no profesionales, sino que también participaron nombres destacados como la actriz Nancy Dupláa, que inicialmente aceptó intervenir en la película "por caridad" y después confesó que con este trabajo "había vuelto a encontrar el amor a la actuación", según la directora argentina.
"No sé si contar esto es una salida, hacer una película sobre esto, pero sí que sientan que son parte de algo. Con que dos o tres cambien, siento que hice mi parte", asegura Arpajou.
