Según indicó el Instituto Armado, durante los días 7 de septiembre y 11 de noviembre se recibieron llamadas telefónicas en 2 números de teléfonos diferentes comunicando que estallarían varias bombas en la urbanización en el espacio de unas horas.
Por ello, la Guardia Civil efectuó un despliegue de la zona para localizar los artefactos con resultado negativo, iniciando una investigación para el esclarecimiento de los hechos.
Los agentes analizaron las llamadas entrantes de los teléfonos que habían recibido las llamadas, constatando que una de ellas se efectuó desde un teléfono móvil perteneciente a una persona que trabajaba como vigilante de seguridad en la urbanización y otra desde una caseta de vigilancia de dicha urbanización, concluyendo que se encontraba prestando sus servicios la persona titular del teléfono móvil.
Una vez localizado el titular de la línea telefónica, se procedió a la detención de J.M.L.P, residente en La Línea de la Concepción como presunto autor de un delito de desórdenes públicos.
Contrabando
Por otra parte agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Puesto Principal de San Roque han detenido a una persona como presunto autor de un delito de contrabando.
En la mañana del día 23 de noviembre los agentes realizaban un punto de verificación de vehículos y ocupantes en la CA-34, término municipal de San Roque, observaron a un vehículo marca Seat modelo Toledo que al aproximarse a los agentes realizó una maniobra extraña. En la inspección minuciosa del vehículo, se hallaron en el maletero cinco cajas de tabaco de procedencia extranjera. Se procedió a la detención de J.F.P.M., de 31 años de edad y residente en Utrera.
Armas ilícitas
En otro orden funcionarios de la Policía Local de San Roque procedieron a la detención de dos individuos por tenencia ilícita de armas y un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Los hechos ocurrieron en los estacionamientos de una gasolinera del municipio, cuando un oficial de la policía local, uniformado, se encontraba en un vehículo sin distintivos y observó a varias personas discutiendo acaloradamente. El acompañante del conductor advirtió a éste de la presencia del agente de policía. El conductor sacó un objeto de su cintura y se lo entregó a la persona que le avisó. El oficial fue advertido por un ciudadano que el objeto que se había guardado el individuo era un arma de fuego. Tras sacar su arma reglamentaria y ordenar a los individuos que mantuvieran las manos en alto, el agente comprobó que uno de ellos portaba un arma de fuego real, del calibre 9 milímetros con un cargador de 12 cartuchos.
Ambos individuos fueron detenidos y puestos a disposición judicial, junto con el arma de fuego y un arma blanca de grandes dimensiones que apareció en un posterior registro al vehículo.