El Ayuntamiento de Jerez ha acusado a la peña flamenca La Buena Gente de “dilatar su marcha” de la Nave del Aceite, sede de la entidad flamenca en la Plaza Belén, para albergar el proyecto del Museo de Lola Flores, e “incumplir los acuerdos” alcanzados con el Consistorio jerezano a lo largo de una negociación que comenzó a finales de 2017. El propio Consistorio ha facilitado la cronología de todos los movimientos dados por ambas partes desde esta fecha para llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes que, de momento, parece lejano.
Tal y como detalla el Ayuntamiento, para entender los pormenores de esta negociación hay que remontarse a mediados del mes de diciembre de 2017, fecha en la que mediante carta del entonces delegado de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad, Francisco Camas, se le comunicó a la Peña de la Buena Gente que debía poner las instalaciones a disposición del Ayuntamiento. El motivo no era otro que la ejecución de un proyecto de implantación museística en nuestra ciudad, y que conforme al artículo 18 apartado 3 de la Ordenanza Reguladora de Cesión de Bienes Inmuebles, el uso del local se le otorgó en precario y por un plazo de un año en el 2014.
A raíz de esa comunicación, el Ayuntamiento se puso en contacto con la peña y comenzaron las negociaciones para buscar una nueva ubicación, ya fuera un espacio público, como otros edificios del Ayuntamiento o privado, como un Palacete que ofreció una bodega para que se instalase la peña.
Desde el Gobierno local subrayan que se ha estado negociando “desde un primer momento con la peña”, pero cuando se ha aproximó la fecha en la que tenían que terminar y justificar este proyecto museístico, dado que está financiado con fondos EDUSI, intensificaron las negociaciones.
En concreto, en el mes de marzo de este año se les ofrecieron las dependencias de la Plaza de la Merced, que se encuentran “en unas condiciones similares o mejores a las actuales”, en la que se dispondrían de una única planta totalmente accesible.
En un primer momento, la respuesta fue “positiva”, pero argumentaron que era necesaria la celebración de una asamblea presencial y que con la situación de la pandemia era inviable poder celebrarla.
Cuando se informó de esto, el Ayuntamiento alargó el plazo de contestación a una fecha posterior a la celebración de la Feria de Jerez. Llegada esta fecha, se les volvió a informar por parte de la peña de que la asamblea debía ser presencial y todavía no se podía celebrar. Extremos a lo que el Ayuntamiento accedió de nuevo.
Una vez celebrada la asamblea, se les que no estaban conforme con el lugar propuesto, pero que de todas formas la peña “no sería un problema y no pondrían ningún impedimento a un proyecto tan importante para nuestra ciudad”, volviéndoles a solicitar una prórroga, esta vez hasta principios del mes de agosto en el que tendría lugar un evento en dicha peña.
En estas mismas fechas, en concreto en el mes de julio, la peña comunicó al Ayuntamiento que habían llegado a un acuerdo con un tablao y que se instalarían allí mientras salían nuevas licitaciones.
Tras la celebración del evento del mes de agosto, la propia peña se puso en contacto con el Ayuntamiento para solicitarle que se le comunicara por escrito que debían abandonar las instalaciones.
A su vez, el Ayuntamiento se reunió con los representantes legales de la peña para acordar los términos a los que se podría ajustar el nuevo contrato y que éste no fuera en precario, y es ahí cuando se les comunicó y eran total y absolutamente conscientes de que, conforme a la legislación vigente, ese contrato tendría la duración máxima de cuatro años renovables.
¿Cuál es la situación actual?
Después de todo esto, el Gobierno local se ha encontrado “de manera sorpresiva”, que una vez enviado el escrito correspondiente, con fecha del 14 de agosto de 2020, con todos los extremos acordados, dan marcha a tras a la decisión.
Llegado a este punto, consideran que “es imposible poder confiar en la palabra de quien ha tratado en todo momento de dilatar interesadamente la situación, y sobre todo, de quien se ha negado a mantener los acuerdos alcanzados durante la negociación”. El Ayuntamiento recuerda que ha cumplido “cada uno de los acuerdos a los que hemos llegado con la peña”, pero, a juzgar por los últimos acontecimientos, se ha demostrado que el objetivo de ésta “era prorrogar su estancia en las instalaciones prometiendo cumplir unos acuerdos que luego no cumplen, siempre buscando nuevas excusas”.
En cualquier caso, desde el Consistorio se muestran “convencidos” de que los miembros de la Peña de la Buena Gente no quieren obstaculizar ni poner ningún problema al desarrollo de un proyecto que tiene una referencia cultural tan importante para Jerez y que deben existir otro tipo de intereses para tratar de su instrumentalizar una entidad de carácter cultural.