La semana del cambio

Cuando me aprestaba a escribir negro sobre blanco este semanal comentario de opinión pensé en titularlo “vuelta a la normalidad” por aquello de que ya han finalizado las fiestas navideñas, extraordinarias por otro lado en nuestra ciudad, de que los peques y menos peques han vuelto a las aulas, porque en muchos puestos de trabajos las vacaciones, para aquellos que aún las tuviesen, han finalizado y porque la vida vuelve a tornarse rutinaria, habitual, lógica y porque todo parece haberse normalizado después de fines de semana de zambombas, de días de almuerzos de trabajo y, posteriormente, de fechas tan importantes para la convivencia familiar como son el 24 y el 25 de diciembre o aquellas otras del cambio de año para finalizar con la Cabalgata de Reyes que es la que, de alguna forma, pone el punto y final a tanto desenfreno económico, social y festivo para aquellos que hemos tenido la tremenda fortuna de estar con los nuestros y de poder gastar un euro más de lo debido, porque hay otros muchos a los que desgraciadamente estas fiestas les habrá sabido a sentimientos rotos, a miedos escondidos cuando no a rezos en busca de unas soluciones para sus vidas o para sus gentes que no han terminado de llegar. Escrito esto y pensando en ese retorno a los quehaceres diarios me topo, obviamente, con el arranque de una semana que para los andaluces va a ser la semana del cambio. El PSOE no va a seguir en el poder de la Junta y llegan nuevos aires, con esa coalición para gobernar entre PP y CS y con Juan José Moreno como nuevo presidente. Lógicamente no podemos olvidar que el nuevo presidente lo va a ser gracias a los doce votos de Vox, ese partido que ha irrumpido en el panorama político no solo andaluz sino nacional y al que muchos profesionales de esto de contar cosas de la política afirman sin reparos que ha llegado para quedarse. El cambio se va a producir y habrá que ir viendo cómo van sucediendo las cosas del día a día ya que presumo una gobernabilidad compleja, porque hay que llegar a pactos puntuales, y por consiguiente apasionante. Los días irán marcando las pautas del cambio.