Un profesor atípico: Luis Mariano; alumnos cubiertos con bolsas, un uniforme que venía como anillo al dedo, música de fondo, padres abanicando y hasta una cuña “patrocinada” por la Junta. Así empezaba el sábado al mediodía en la Plaza de Arenal la “clase práctica de calor2 dentro de las movilizaciones convocadas en otras provincias como Sevilla para protestar por la falta de climatización en los centros educativos.
Con más de 30 grados, la única concesión que se les permitió a los asistentes fue cobijarse a la sombra para bailar, cantar y tirar de ironía para denunciar las carencias del plan de choque anunciado por la Junta para sofocar las altas temperaturas en los centros. Aprovechando la coyuntura, la concentración organizada por la Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres (Flampa) reservó también un espacio de reivindicaciones para dejar por escrito además de la falta de climatización en los colegios e institutos, las principales incidencias con las que ha arrancado el curso y que a día de hoy siguen sin resolverse: la falta de administrativos en el IES Romero Vargas y el IES La Granja, de docentes, o la demora en el inicio en las obras del nuevo instituto de La Granja, lo que movilizó hasta al centro a un buen grupo de padres de Sexto de Primaria del CEIP El Membrillar, preocupados por qué va a pasar con sus hijos para el próximo curso cuando pasen a 1º de ESO.
Mucho se temen que el CEIP San José Obrero no va a tener espacio para albergar tantas clases, pues ya este curso acoge de forma provisional a cuatro unidades de 1º de ESO de los CEIP El Membrillar y La Granja.
Teniendo en cuenta que el último plazo dado por la Junta para comenzar los trabajos apunta a enero de 2018, esto hace inviable que las nuevas instalaciones educativas estén listas para comienzos del próximo curso, tal y como se anunció en su día.
¿Qué va a pasar con las cuatro clases de Sexto de Primaria de este curso de El Membrillar?¿Y las tres del CEIP San José Obrero?En total son 175 niños y las familias no quieren sorpresas, sino que se les tengan en cuenta, de ahí que hayan constituido una coordinadora para trazar una hoja de ruta y respaldada por la Flampa.
