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María Adánez regresa al Villamarta con 'El pequeño poni'

Interpreta junto a Roberto Enríquez una obra en la que se convierten en portavoces de las familias que “nadie escucha”

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  • El pequeño poni -

¿Que hacer ante el acoso escolar? La pregunta que se hacen muchos padres no suele encontrar respuesta ni siquiera hoy día. Sin embargo, los actores María Adánez y Roberto Enríquez se convierten en improvisados portavoces de las familias que “nadie escucha” en la obra 'El pequeño poni' que este sábado día 29 de octubre se pondrá en escena en el Teatro Villamarta.
Según sus protagonistas, este montaje teatral va “más allá” del 'bullying' y plantea preguntas sobre “la libertad, la tolerancia y el miedo”. “En pocas ocasiones se produce una especie de catarsis entre el público” al presenciar este espectáculo, aseguran. A su juicio, ello se explica porque el público el público de todas las edades se reconoce en 'El pequeño poni'. “En mayor o menor medida, todos hemos sufrido, visto o consentido algún caso de acoso escolar”, explican.
La trama está inspirada en el caso real de un niño estadounidense que sufrió ataques de sus compañeros. Se trata de Grayson, un niño de nueve años al que le prohibieron la entrada a su centro escolar después de sufrir varios ataques físicos y verbales por llevar una mochila de la serie infantil 'My little pony' ('Mi pequeño poni'). Y es que la dirección del colegio consideró como detonante del caso el hecho de que el niño acudiese a clase con la mochila de sus dibujos animados favoritos, acusándole de haber provocado “disrupción en el aula”.
“Ahí es donde empieza el error, al criminalizar al niño”, sostienen los miembros del elenco, que ponen sobre la mesa preguntas “que están sin contestar” sobre los “parámetros” en los que se mueve la sociedad y las situaciones de “soledad y silencio” de las niños que sufren 'bullying' y las personas de su entorno.
Adánez y Enríquez encarnan a Irene y a Jaime, los padres de Luismi. El texto se centra en los progenitores del niño acosado y cómo se enfrenta cada uno de ellos al problema que sufre su hijo. El padre apoya la libertad del chico, mientras la madre centra toda su preocupación en su seguridad.

Miedo a ser distinto

“El niño sufre el acoso y en su casa no se ponen de acuerdo en cómo enfrentarse a este problema”, asegura el almeriense Paco Bezerra, autor del texto, quien añade que la obra incide en “el miedo a ser distinto” y cómo la educación “busca la mediocridad y no se refuerza la particularidad de cada uno”.
Luis Luque, director de este montaje, confiesa que fue un niño acosado. “A mí no me ha dejado huella pero yo en la escuela sufrí insultos, empujones y vacío”. Para el responsable escénico, “hay que pensar siempre en los niños, en la manera de protegerlos para que sean libres”. Define 'El pequeño poni' como  “un canto a la soledad infantil” que se relaciona con su experiencia vital.
Cuando finaliza la representación de este título, sobre el escenario sólo queda una mochila de llamativos colores y la imagen de un caballito con coleta en la cabeza. Los dibujos del pequeño poni se han convertido en un grito contra la ceguera, la ineptitud y los prejuicios sociales de los adultos. Sin quererlo, esta serie de animación es ya un símbolo de la magia de la amistad y los valores del compañerismo. Y la solitaria mochila que queda sobre el escenario lo dice todo.

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