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“El campo puede servir para la regeneración económica”

“Ser respetuoso con el medio puede y debe ser rentable para el campo”

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  • Miguel Pérez -

La secretario general de la COAG en Cádiz, Miguel López Aguilar , se ha reunido esta semana con la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, para suscribir un acuerdo por el que el sector agrario se beneficiará de fondos que serán destinados a introducir en los cultivos mecanismo ecológicos para el control de plagas y reducir así el impacto medio ambientaly la contaminación de los químicos y pesticidas. El que fuera secretario general de la organización agraria en Andalucñia repasa con Información la actualidad del sector del campo y cómo inciden en el campo andaluz y específicamente en la provincia el recorte aprobado por el Gobierno central de las ayudas de la PAC. Para López, “Andalucía es la única comunidad que pierde en el reparto”.

¿Qué peso tiene el sector primario en el conjunto de la economía de la provincia de Cádiz?
— En los últimos tiempos se habían ido perdiendo activos agrarios, es decir, la población dedicada a la agricultura había bajado en porcentaje de una forma progresiva y continua, pero a partir del año 2008, con la llegada de la crisis, se empieza a mirar hacia el agro, hasta tal punto que se convierte en sector refugio para los trabajadores procedentes de la malograda construcción. Antes se fueron para después volver. No es que se haya crecido desmesuradamente, que algo se ha aumentado en números macro, sino que la posición en relación a los sectores potentes, (turismo, construcción, industrial, etc) ha aumentado relativamente, de forma que ahora podemos decir que en la provincia la agricultura y la ganadería suponen un pilar fundamental y básico en nuestra economía..

¿Podría el campo, con las reformas necesarias, ser un buen sector para absorber la mano de obra disponible en la provincia? ¿Cuáles podrían ser, a su juicio, esas reformas?
—Podría ayudar de una forma determinante en esa labor de creación de empleo. Es cierto que la orientación de la Política Agraria debe ser muy distinta a la actual. Las últimas reformas de la PAC han venido marcadas por medidas desincentivadoras, es decir, aquí se han concedido ayudas por no producir y ha venido mucho dinero público por abandonar actividades muy importantes para nuestra provincia. Por ejemplo, primas por arrancar nuestro viñedo, pagos por cerrar fábricas azucareras o  incentivos por abandono de contratos de remolacha. Siempre hemos defendido que el dinero público debe emplearse para realizar actividades productivas, no para destruir sectores. Con una adecuada PAC se puede crear empleo, alrededor del agricultor siempre se crea empleo directo e indirecto. Además se trata de una actividad que fija la población en el territorio y que no especula. En definitiva se trata de economía real, en la que cualquier inversión revierte de forma inmediata en la sociedad en su conjunto, merece la pena que tratemos a este sector como lo que es, una actividad estratégica generadora de empleo.

¿Qué supone para los agricultores y ganaderos de la provincia el recorte de más del 4% de la PAC en Andalucía aprobado esta semana por el Gobierno central?
—Aún cuando podamos dar cifras concretas globales, que las hay y son importantes ascendiendo a millones de euros durante el período, lo destacables es que se le recorta a quienes menos venían recibiendo y a quienes más lo necesitan. De unos 8400 agricultores perceptores de ayudas, van a sufrir recortes unos 4800, más de la mitad. Al mismo tiempo, saldrán beneficiados solo 69 agricultores que cobran más de 150.000 euros al año, algo inaceptable. Se le ha recortado principalmente a los que cobraban menos de 5.000 euros, agricultores que se concentran principalmente en el sector del olivar de la sierra de Cádiz. Nuestro olivar es de montaña, con altos costes de producción y bajo rendimiento, de máxima calidad y que sirve para mantener estructuras cooperativas en nuestros pueblos. Además pone en jaque a las Denominaciones de Origen, sistemas de calidad que con tanto esfuerzo  han adquirido prestigio.

Usted habla de que el reparto de la PAC se ha realizado siguiendo criterios políticos y no sectoriales, ¿a qué se refiere? ¿Hay interés en el Andalucía siga siendo discriminada y subordinada al resto del Estado en materia del campo?
—Me resulta imposible encontrar una explicación lógica por más que intento encontrarla.  Cuando se desmenuzan cuáles son los sectores con ayudas asociadas y el importe de estas, se nota a todas luces que las decisiones han sido muy injustas, de tal manera que Andalucía es la única Comunidad Autónoma que pierde ficha financiera. Mientras, el resto de regiones ganan a costa del importante recorte que se lleva a cabo en el cheque andaluz. Se prima más al sector ovino (con 127 millones de euros) que al caprino, (solo 10.47 millones de euros), resultando que un tercio de la cabaña caprina está en Andalucía. En la remolacha, una hectárea andaluza cobra aproximadamente la mitad de lo que recibe una de la zona norte,(283 euros/Ha. frente a los 521 euros/ha.). Es algo inexplicable. No puede tratarse a la remolacha andaluza, por seguir con un ejemplo sangrante, como un cultivo de segunda, no hay explicación posible..

Puede estar en el campo andaluz parte del futuro laboral y económico de los jóvenes que emigran para buscar oportunidades? ¿Qué tiene que ofrecer el campo para ser sector de futuro e innovación?
—Si nuestros gobernantes y el propio sector nos lo creemos, la agricultura y la ganadería  pueden ser fuente de regeneración económica. En este año han sido publicadas dos Órdenes de Incorporación de Jóvenes Agricultores, con una dotación de 90 y 30 millones de euros respectivamente. Ello supone que la Junta de Andalucía finalmente ha escuchado al sector y que hay una apuesta decidida hacia el relevo generacional. Medidas como estas, junto a una inversión en I+D+i en todos los aspectos de la actividad, desde los costes, la energía, la modernización, los instrumentos de comercialización, etc. pueden hacer posible a buen seguro que la agricultura sea una actividad apetecible a la inversión.

Usted ha hablado esta semana, con motivo del acuerdo suscrito con la Diputación de Cádiz para introducir medidas ecológicas de control de plagas, de que los agricultores y ganadores cumplen hoy un papel como “gestores medio ambientales”, pero ¿no está eso reñido con las exigencias de productividad industrial del sector?
—Los agricultores y ganaderos se han concienciado desde el punto de vista del respeto al medio ambiente. No siempre fue así, de forma que no hace tanto tiempo se nos veía como agentes agresores del medio. Esto ha cambiado: ahora se convive, se realiza una actividad compatible y respetuosa, además puede y debe ser rentable. Para tener producciones importantes no hace falta hacer daño. Desde COAG creemos que como organización tenemos que poner nuestro esfuerzo en convertir a los agricultores en “gestores medioambientales”. Vivimos interrelacionados con el medio natural y somos los primeros interesados en cuidarlo.

¿Maximización de los beneficios, rentabilidad para el productor y sostenibilidad medioambiental son compatibles?
—En nuestra provincia se consiguen desde hace tiempo producciones rentables, cumpliendo las estrictas y numerosas medidas que desde Europa nos llegan. En Bruselas cada más se legisla teniendo en cuenta el componente “verde” y nuestros agricultores y ganaderos han sabido adaptarse de forma ejemplar a esas exigencias. El sector tiene mucha capacidad de esfuerzo.

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