Esta madrugada se cumple un mes del grave incendio que sufrió uno de los almacenes de Urgencias del Hospital de Jerez, obligando a evacuar a 200 pacientes. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, pero lo que sí se le ha atragantado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha sido restablecer la normalidad en Radiología, la parte más afectada por el incendio. Los restos de hollín se han convertido en la gran pesadilla de la gerencia hasta tal punto que a día de hoy después de varios intentos la sala del TAC sigue cerrada al haberse intoxicado técnicos de Rayos de distintos turnos tras ponerla en marcha para retomar la realización de estas pruebas. El último conato se llevó a cabo el pasado viernes sin éxito, y de nuevo tres técnicos tuvieron que ser asistidos en Urgencias.
Ahora, como aseguran desde el sindicato de técnicos sanitarios, FATE, parece que por fin la dirección del Hospital de Jerez se ha puesto las pilas tras las reclamaciones de la plantilla, “metiendo aire” y cambiando las placas del techo, mientras continúan haciendo pruebas con el TAC para ver de dónde vienen los problemas.
En el aire sigue todavía si finalmente recurrirán a la contratación de una empresa especializada para que actúe, tal y como han demandado los trabajadores de este departamento. Los mismos a los que les llegaron a asignar también labores de limpieza extra de la sala afectada y que desde hace un mes se mueven entre la planta de Radiología del edificio de Urgencias, y el Servicios de Rayos del Materno Infantil, mientras que los TAC urgentes siguen derivándose a los centros concertados con el SAS.