Parece que el tiempo ha dado una tregua, pero las altas temperaturas que caracterizan al verano de 2015 se han cobrado ya su primera víctima. Los hosteleros del centro advierten de que el volumen de ventas se ha reducido estas semanas atrás como consecuencia del calor, reduciendo de modo sustancial las ventas a la hora del almuerzo.
Según Francisco Díaz, que es vocal de Hostelería de Asunico, las sucesivas olas de calor han provocado que “fuera imposible aguantar en una terraza, ni siquiera con sombrilla”. Esta circunstancia ha provocado que los visitantes se hayan quedado “en las playas o en los hoteles”, algo que el colectivo cree “comprensible”.
Las noches, por el contrario, están siendo “buenas”, moviéndose el volumen de negocio en parámetros similares a los del año pasado. En cualquier caso, “la gente ha venido hasta ahora más tarde lo habitual porque a las nueve de la noche seguía sin refrescar”.
El problema con el que se han encontrado la mayoría de bares del centro es que acostumbran a vivir fundamentalmente de las terrazas, ya que los negocios ocupan locales pequeños con apenas unas mesas en su interior, que son las que suelen ocuparse al disfrutar de aire acondicionado.
No es fácil ofrecer un porcentaje de pérdidas en relación con las ventas del año pasado, pero Francisco Díaz explica que “si entonces se podía hacer una caja de 800 euros al mediodía, estos días de calor se han hecho 200”. “Luego la noche ha funcionado bien, pero ese dinero que se ha dejado de ingresar ya no vuelve”, añade.
En cuanto el calor ha dado una tregua, las ventas han vuelto por donde solían. “Las terrazas se llenan los días que hay menos calor, porque el turista está aquí y, en lugar de quedarse en la playa o en el hotel, sale a la calle. El problema no es que no haya gente, porque gente hay, el problema es que ha hecho mucho calor y el que ha venido no ha salido a la calle a comer”, insiste.
Desde el sector se advierte por otra parte de la proliferación de recomendaciones a los turistas, algo que provoca que algunos establecimientos partan en situación ventajosa con respecto al resto. “Cada vez es más habitual que los hoteles recomienden a sus clientes ciertos bares, y vemos cómo un negocio se llena mientras otro está vacío. Deberían recomendarse zonas en las que se puede comer bien, pero no establecimientos concretos”, lamenta Francisco Díaz.
El sector tiene previsto mantener un próximo encuentro con la alcaldesa, Mamen Sánchez, con quien no se ha reunido aún desde su toma de posesión. “Queremos saber cómo vamos a trabajar, después de que en esta pasada legislatura se abriera un canal de comunicación fluido entre el Ayuntamiento y los hosteleros que entendemos ha sido de utilidad para todos”, explica el vocal de Hostelería de Asunico. El encuentro entre las partes va a celebrarse antes de que concluya el mes de agosto.