El centro histórico no pasa por su mejor momento. No va a desprendimiento por día, pero casi. Cuando no hace ni una semana del cierre de la calle Cabezas como medida preventiva ante la caída de parte de un muro lateral de una finca privada, el pasado lunes por la tarde se desprendieron varios trozos de cornisa del Palacio Riquelme. Afortunadamente, lo hicieron en el interior de los jardines de la propiedad.
De haberlo hecho hacia el exterior, alertan los vecinos de la zona, este nuevo episodio podría haber provocado el cierre de calle Cordobeses teniendo en cuenta el tamaño de los elementos que se precipitaron. Fuentes de Urbanismo confirmaron ayer este nuevo caso después de que por la mañana inspectores de la citada delegación se trasladaran al edificio, corroborando que no era necesario adoptar ninguna medida preventiva como sí ha ocurrido estas últimas semanas en calle Liebre o el pasado jueves en Cabezas.
Las mismas fuentes recordaron que el pasado viernes la Junta local de Gobierno aprobó la adjudicación de las obras de consolidación de este palacio, que están incluidas en el Plan de Actuación 2014-2015. Una intervención que pretende evitar situaciones como las del pasado lunes, en tanto que tiene como objetivo asegurar la estabilidad estructural del edificio y salvaguardar los elementos constructivos. Las obras consisten en la consolidación de estructuras, así como el mantenimiento de los elementos originales del edificios. Los trabajos se han adjudicado a la empresa Tarje, por un importe de 85.704,18 euros.
En cualquier caso el deterioro que presenta este edificio es más que evidente, y desde la Asociación Vecinal del Centro Histórico ya avisan de que hay otra parte de cornisa que se vendrá abajo en breve.
A ello hay que sumar que el muro de donde se han desprendido los elementos de piedra está también doblándose, con lo que urge una actuación en este conjunto arquitectónico para la que, de momento, no hay fecha, pese a que el compromiso inicial del Ayuntamiento era comenzar estas obras y el resto de las del casco histórico antes de que acabara el año, lo cual parece improbable. Tampoco hay plazo para la reapertura del tramo de la calle Liebre cerrada y Cabezas.