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¿La última Semana Santa sin Santiago?

Las obras de consolidación y refuerzo de la añorada parroquia por parte de los operarios de Tragsa ya están a pleno rendimiento. Una ‘cirugía’ que, si los plazos se cumplen, permitirá a los jerezanos recuperar este BIC en un año

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  • Visita a la Santiago. -

Si nada se tuerce, esta Semana Santa podría ser por fin  la última después de casi una década con la Parroquia de Santiago cerrada al culto. En principio, los plazos proyectados para la rehabilitación apuntan a 14 meses, una estimación que incluso podría reducirse, por lo que no es descabellado recuperar el optimismo con este templo señero al que da nombre uno de los barrios más populosos y conocidos de Jerez y recuperar en la cabeza la imagen de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento saliendo de la ‘casa’ que tuvo que abandonar hace ya demasiado tiempo. De no dar tiempo para 2015, se quedaría sólo a las puertas, con lo que en la Asociación Jerez por Santiago, la plataforma creada para impulsar el fin de las obras y recaudar fondos, confían que en que sino la última sea la “penúltima” Semana Mayor sin Santiago en el itinerario cofrade. 

Después de que desde finales de enero y febrero, las actuaciones de los operarios de Tragsa, la empresa pública encargada de los trabajos, se dedicaran a las labores propias de limpieza y preparativos, los efectivos ya trabajan a pleno rendimiento en el refuerzo de la cimentación de la iglesia, unos trabajos de estabilización de la estructura que se prolongarán al menos dos o tres meses más y que están enmarcados en la primera fase de consolidación antes de pasar a la rehabilitación propiamente dicha. Para ello, se están mineralizando los muros y se están realizando inyecciones de cemento alternando tanto el interior con el exterior del templo. Además, en estos momentos, como indican desde la plataforma, se está preparando en la cubierta la plataforma para reforzar los cuatro pilares en los que aún no se ha actuado  (los situados más cerca del altar), después de que en los más cercanos a la puerta principal no sea necesario intervenir tras haber sido tratados etapa anterior de las obras de emergencia antes de ser paralizadas.


Eso sí, que nadie se piense que el que los trabajos estén al cien por cien significa que la iglesia esté llena de obreros. Al contrario. Hay personal, pero sólo el necesario para “cirugía” que se está acometiendo a Santiago, al tratarse de unos trabajos minuciosamente técnicos en los que se que está empleando una técnica muy específica. Después de varios años de parón, tras quebrar la empresa adjudicataria de las obras contratada por la Junta, el pasado octubre los trabajos fueron encargados por la Diócesis Asidonia-Jerez  después de que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento  declarara la caducidad de la licencia de obras de emergencia de la Junta de Andalucía. Llegaba el momento de apostar en serio por el templo -declarado  Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931- al que un grave riesgo de derrumbe que hizo saltar todas las alarmas en 2005 obligó a clausurarlo. Ahora el edificio será objeto de una  tecnología “única en el mundo” -como avanzó el día del inicio de la obra el arquitecto Emilio Yanes, que dirige el proyecto y ya estuvo al frente en la anterior etapa- ha despertado interés en toda Europa y  también en Iberoamérica.  En ese sentido, se empleará una técnica pionera “no invasiva” consistente en la inyección de mezclas estables de distintos componentes consolidantes. Una operación “exclusiva” para la Parroquia de Santiago.


¿Notarán los fieles los cambios que experimentará el templo? A simple vista no, ya que, exceptuando los que la hayan podido ver estos años “desmanteladas” por efecto de los trabajos y con los elementos más valiosos retirados o cubiertos -fue objeto de actos vandálicos- tanto el interior como el exterior van a conservarse idénticos manteniendo la misma esencia, aclaran desde la plataforma.


Tampoco hay que perder de vista que la ‘salvación’ de Santiago le costará al Obispado aproximadamente  2.300.000 euros, una cifra de gran envergadura y “complicad” con la actual crisis económica a la hora de obtener colaboraciones económicas, como reconocen desde la asociación, lo que no significa que sus actividades para recaudar fondos no estén en alza. Al contrario, aunque ahora mismo están muy centrados con las hermandades, un pilar fundamental,  tienen programadas numerosas iniciativas culturales que se irán cerrando en las próximas semanas. Por su parte, el párroco de Santiago, Diego Moreno, que esta semana realizó una visita a las obras con el obispo de la Diócesis, José Mazuelos, se ha mostrado satisfecho por el ritmo de los trabajos y recuerda que estos días a nivel de parroquia todos los actos tendrán lugar en la cap

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