El primero de los acusados, vecino de la barriada de El Saladillo, en Algeciras, se trasladaba en coche a la zona donde fue detenido, según confesó durante el juicio, para comprar droga, ya que declaró ser consumidor habitual, al igual que su pareja, de este tipo de estupefaciente.
El segundo acusado, también consumidor, fue detenido durante la entrada y registro de su vivienda, en la cual se hallaron numerosos enseres -balanzas de precisión, cucharas y plásticos- para el corte de la droga, así como una cantidad de entre 12.000 y 14.000 euros en billetes fraccionados, según el testimonio de uno de los agentes de la Guardia Civil actuantes.
Durante la vista, este acusado reconoció su delito y mostró arrepentimiento. El fiscal pide para él 3 años y 11 meses, pena con la que coincide su propio abogado.
Inocente
J.M.G.C. declaró por contra que la droga, pese a su gran pureza y estar en estado bruto, era para consumo propio y para su mujer.
De igual modo, acreditó que podía hacer frente al pago de la droga porque tenía trabajo en la empresa de su padre y su mujer había cobrado 1.100 euros por un siniestro reciente.