Según las conclusiones provisionales del fiscal, una persona no identificada contactó con el menor, que vivía en Ceuta, al que le ofreció hacer un viaje a la localidad malagueña de Nerja con el fin de introducir droga en la Península, llevándola en su estómago.
El joven aceptó e ingirió 43 bellotas de hachís, con un peso de 455 gramos y el día 7 de agosto de 2007 embarcó con destino a Algeciras y de ahí se trasladó a Nerja, en concreto, al domicilio del acusado donde tenía que estar hasta que evacuase la droga.