Llevarán dos faroles cincelados y repujados en San Juan de Aznalfarache
El Lunes Santo tiene un nombre propio en Algeciras, representando en la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Europa y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas.
La cofradía se fundó en 1945 gracias a las inquietudes religiosas de Ángel Silva, quien fuera alcalde de Algeciras y que ostentara el cargo de primer Hermano Mayor. Se fundó con el objetivo principal de la restauración de la Capilla de Nuestra Señora de Europa, que se encontraba en estado de ruina.
La imagen de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna es obra del artista algecireño José Román, y llegó a Algeciras pocos días antes de la primera salida procesional, en marzo de 1946, generando un gran nerviosismo entre los primeros hermanos, pues se llegó a temer que no llegara a tiempo para el Lunes Santo.
El Ayuntamiento fue nombrado Hermano Mayor Honorario, un cargo que desde entonces ostentan los primeros ediles municipales. La procesión salía por la única puerta que entonces tenia la Capilla, la puerta principal, y solamente procesionaba la imagen de Nuestro Señor. En el año 1948, y procedente de los talleres salesianos de Sevilla, llegó a Algeciras la imagen de Nuestra Señora María Santísima de las Lágrimas, imagen que impresiona por su particular belleza y por ser la única dolorosa que procesiona bajo palio con mirada hacia arriba.
Fue la primera cofradía en sacar una centuria romana. Empezó a decaer en los sesenta y dejó de salir en 1978. La Capilla de Europa se volvió a cerrar y las imágenes se guardaron en un cuarto de la Iglesia de la Palma. En 1985, empieza a reorganizarse la Cofradía, ya sin dependencia del Ayuntamiento, regresando a la Semana Santa local en 1986.
Su actual hermano mayor, Ignacio Montoro destaca que es una cofradía “muy algecireña”, con talla de José Román, con colores albirrojos (que evocan la antigua bandera de la ciudad) y con un marco de salida incomparable: la Capilla de Europa, sin duda, uno de los más hermosos de la comarca.
Montoro apunta que la mayor característica de su desfile procesional es su “clasicismo”, un carácter que se sigue queriendo imprimar, y que se apoya en un recorrido señero por la zona centro.
Su acompañamiento musical es más alegre que el de los pasos del Cristo yacente, y cuenta un año más con la Banda Municipal de Coria, que el pasado año estrenó una marcha expresamente realizada para la cofradía.
Entre los estrenos de este año destacan dos faroles cincelados y repujados en la orfebrería de San Juan de Aznalfarache.
María Guerrero, en el recuerdo
Llevaba el peso del grupo de bordado de la hermandad. Su fallecimiento ha sido un duro golpe para la cofradía, que le dedicará la Eucaristía del Domingo de Ramos, entre los dos pasos.
La petalada
Una familia de hermanos de la cofradía protagoniza todos los años un momento único al paso de la Virgen bajo su balcón, en la calle Alfonso XI, ofreciéndole una hermosa petalada.