Algunos de ellos repiten experiencia. Por ejemplo, la presentadora de la inauguración, la actriz Farah Hamed, que el año pasado fue jurado del festival. Así empezó su intervención ante el público: “Volver a Tarifa y volver a este festival significa mucho para mí. También para todos los que sienten que merece la pena abrir ventanas a otros mundos, respirar otros aromas, compartir el tiempo que se nos da”.
Nacida en Marruecos y criada en Algeciras, Farah Hamed ha ido dando la palabra a responsables de la organización del festival, autoridades locales y representantes de los comerciantes de Tarifa. Mane Cisneros, directora del festival, agradeció la presencia de los asistentes y dijo que a esta inauguración se ha llegado luchando contra viento y marea.
“Por encima de las dificultades económicas y políticas, por encima de los que no nos quieren o nos quieren poco. Y por encima del levante, que nos regala una inauguración en un espacio tan original como es este mercado de abastos. Gracias por vuestra comprensión y apoyo”, manifestó.
La directora de este festival, hecho en una ciudad sin salas de cine ni teatro, indicó que “aquí priman los contenidos sobre la forma” y que “lo importante es el doble compromiso asumido con los cines de África, ético y estético”. Además recordó que el festival se abre cada vez más a la participación ciudadana, pues una larga lista de asociaciones y ongs de la provincia de Cádiz y el Norte de Marruecos ha colaborado con la parte itinerante del festival, que se inició el día 12 en Benalup y acabó ayer en Tánger, llevando cine y numerosas actividades a seis municipios de ambas orillas.
El delegado de Cultura del Ayuntamiento, Javier Mohedano, señaló que este festival nació hace siete años y que desde el primer día ha hecho de la necesidad virtud. “Gracias al festival hemos recuperado para la cultura y el cine, para el disfrute de los ciudadanos, numerosos espacios como el colegio Guzmán El Bueno, el casino, el castillo o este mismo mercado”, manifestó.
“Éste no es un festival ensimismado o encerrado en sí mismo. Al revés, gracias a él la ciudad ha multiplicado los espacios públicos para crear y producir cultura. Y gracias a él se demuestra que, para la cultura, lo que hace falta, por encima de todo, es voluntad”, indicó.
José Antonio Bernal, de la asociación de empresarios, y María Jesús Vargas, de la Cámara de Comercio, entregaron los premios a los ganadores del concurso de escaparates. Responsables de la tienda Deco Tarifa recogieron el primer premio, gracias a la recreación de una sala de cine que han hecho en el interior del establecimiento. El segundo premio recayó en Red Cocci, comercio que también se ha distinguido por la cuidada y original decoración de su escaparate.
Por el escenario de la plaza del Mercado pasó también en la noche de ayer Eloisa Vaello Marco, representante del Centro Cultural Español de Malabo, una de las sedes del festival en Guinea Ecuatorial, que ha venido para presentar dos trabajos audiovisuales.
Farah Hamed presentó a la presidenta del jurado de largometrajes, la cineasta Inés París, y al presidente del jurado de documentales, Antonio Delgado, director del Festival Documenta Madrid, y pidió un aplauso para ellos y para el resto de componentes del jurado.
El grupo de música mozambiqueña Likute, compuesto sólo por mujeres, puso la nota musical a la ceremonia y Farah Hamed recordó que la película que los asistentes pudieron ver a continuación, Tilai, es obra de Idrisa Ouedraogo, director de Burkina Faso, al que este año se dedica una amplia retrospectiva. Al acabar la película, al cierre de esta edición, estaba prevista una pequeña fiesta para los invitados del festival en el Bambú, local en el que se abre lo que se llaman las Noches del Festival.