—¿Cómo recibió la noticia?
—Fue una sorpresa muy grande, una alegría y una emoción imposible de definir. Significa que te han considerado bastante tu trayectoria en tu pueblo y están orgullosos de ti. Es una especie de reconocimiento que siempre alegra muchísimo. Rompe lo de que uno no es profeta en su tierra. Es maravilloso.
—¿Qué recuerdos guarda de la Feria de Algeciras?
—Muchísimos. Yo siempre he vivido al lado de la Feria. En el parque Bolonia y frente al IES Isla Verde, con lo cual, tengo un recuerdo muy constante desde pequeño. Si no bajaba a verla, estaba ahí, se metía el sonido y las luces en el salón. Cuando llegaba la Feria era la alegría. Cuando empiezas a crecer y a tener una pandilla de amigos, es más emocionante, porque es un terreno a explorar con todas las feromonas de la juventud. Es una semana de aventura cuando tienes 16 años, algo distinto a la rutina anual. Es un punto de inflexión que te permite experiencias nuevas. Tengo recuerdos muy bonitos, entrando en las casetas, tomando una copa antes, el ligoteo en las pandillas, los amores de Feria, que los hubo.
—Su trabajo, ¿le ha permitido bajar en los últimos años a la Feria?
—Hace casi la mitad de mi vida que no bajo a la Feria de Algeciras, porque me fui a los 18 años, y ahora tengo 36, y desde que me fui no he tenido ocasión de volver a bajar. A lo mejor algún verano, pero mi último recuerdo es a los 18 años, y era Selectividad sin poder ir a a la Feria, sin poder concentrarme por el ruido y porque quería irme con mis amigos.
—Entonces el pregón también será una ocasión para volver a pisar la Feria, ¿no?
—Es una ocasión para reencontrarme con viejos amigos, con lugares de mi pasado. Me volverán como una bofetada en la cara. Cuando llevas mucho tiempo por motivos laborales y porque mi familia vive ahora en Madrid, cada rinconcito que tiene que ver con mi vida me vuelve con toda la fuerza del recuerdo. Va a ser un regreso a mis años de entonces.
—Entonces, los algecireños le podrán ver estos días por el ferial...
—Bajo para el pregón y he pedido un par de días más, para poder recorrer los mismos sitios y ver a mi gente.
—¿Ha tenido tiempo para pensar cómo va a ser el pregón?
—Estoy pensándolo todavía. Va a ser un pregón al uso. Un discurso, en el que daré un repaso por mis sensaciones de reencontrarme con la tierra y con lo que ha supuesto la Feria. También se homenajea a la Escuela de Arte, donde estudió mi madre, y de donde tengo muchos recuerdos. Se mezcla un poco todo.
—¿Habrá alguna sorpresa?
—No tengo infraestructura suficiente para una puesta en escena como la ocasión se merece, pero debido al lugar donde vivo, la distancia y al poco tiempo, no voy a poder preparar algo vistoso.
—¿Cómo recuerda Algeciras y cómo la ve ahora?
—Era estupendo, era el lugar donde no necesitaba nada más. Allí tenía a mis amigos, el colegio, mi familia. Es un lugar estupendo para vivir. Como en el sur, no se vive en ninguna parte. Quizás en los últimos años, echo un poco más en falta la oferta cultural. Sé que se han cerrado los cines, y el multicines Las Palomas también cerró. Es una pena que ese tipo de cosas para gente con inquietudes culturales no tenga tanta oferta. También será que el público no ha ido a verlo a lo mejor. Eso sí lo echo más en falta. Por lo demás, el clima, la comida y el carácter es fantástico. Lo único que echaría en falta sería mi profesión. Salvo por eso, es estupendo.
—¿Usted se siente todavía algecireño?
—Por supuesto. Eso no se pierde. Es el lugar de donde viene uno. Sueño muchísimo con Algeciras. Mis primeros deseos y mis primeros sueños empezaron a formarse allí. Mi deseo de ser actor se gestó allí. Mi casa, mis profesores, mis primeros amigos, amores, mis primeras aventuras, mis primeras emociones. Eso no se pierde allá donde vaya. Allá donde pueda decirlo lo digo. Siempre intento decir que soy de allí, porque me encanta que la ciudad se pueda sentir orgullosa de que un algecireño esté haciendo cosas a nivel nacional.
—Está en un momento dulce de su carrera...
—No me puedo quejar. Estoy en un momento dulce desde hace bastantes años. No paro de enganchar una cosa con otra. Pero esta profesión es un poco montaña rusa, y no depende de uno. Tienes que prepararte para esa época que siempre llega. Siempre tengo trabajos en televisión, cine, cortometrajes, teatro. El fruto se ha empezado a ver en los últimos años, y he trabajado bastante en cine y televisión. Pero uno tiene que ser consciente de que esto son temporadas.
—¿Qué proyectos tiene en la actualidad?
—Ahora mismo estoy decidiendo proyectos, y a la espera del estreno de tres cortometrajes y de18 comidas y Verbo, con Miguel Ángel Silvestre como protagonista. Es una película muy diferente, de género, muy arriesgada.
—¿Conoce el trabajo en la profesión de jóvenes paisanos?
—En Hospital Central vi hace poco anunciado a un chico de Algeciras. También conozco el trabajo de Alexis Morante y su primo, que están en Los Ángeles, y son dos cortometristas muy buenos. También Manolo Solo, con el que he trabajado mucho.