El Xerez DFC ya está pensando en la próxima temporada 2022/2023. Es por ello que desde el club se está trabajando ya en la
incorporación de un nuevo director deportivo para la entidad. La firma está
muy cerca de producirse y en el seno azulino esperan hacerlo oficial
en las próximas horas.
Tras
la salida de David Rodríguez del organigrama deportivo del club ha surgido la necesidad de incorporar
una figura de director deportivo que se encargue de la
búsqueda y negociación con los jugadores en conjunto con
José Pérez Herrera, que además de entrenador del primer equipo es manager general del club. Este nuevo director deportivo entraría
dentro del equipo de trabajo de la comisión deportiva en la que trabajan varias personas además el propio Pérez Herrera.
Por ahora, compás de espera con futbolistas y cuerpo técnico tomándose un
pequeño descanso tras la finalización de la temporada en la que se ha conseguido
la permanencia en el Grupo IV de Segunda RFEF. Estas semanas es turno de trabajo para la directiva del club, con el objetivo de hacer números para
poder hacer una buena plantilla competitiva de cara a una nueva campaña en la que el grupo
se va a volver más fuerte que el pasado año.
En ese sentido, la directiva de Ignacio de la Calle rebajará la deuda acumulada por los años del Covid
en unos 100.000 euros solo en una temporada. Eso dará algo de oxígeno y permitiría que el presupuesto para la plantilla
aumentase después de que en esta 2021/2022 se mantuvieran las mismas cantidades que el anterior curso en Tercera División.
Una vez esté todo claro,
empezarán los movimientos en el plantel azulino. Primero
se producirán salidas que se esperan también anunciar en breve, como parece que puede ser la de
Manu Castillo, que ya lanzó en sus redes sociales un mensaje con tintes de despedida y que se uniría a
Mario de Luis tras finalizar su etapa de cedido en el club. Luego, habrá que empezar con
el apartado de renovaciones. Por ahora, solo renovaron
Manuel Baeza y Alberto Durán, únicos integrantes de la primera plantilla con contrato en vigor. Un periodo de renovaciones que se detuvo, precisamente, a la espera de conocer el balance económico y las pretensiones de futuro para poder seguir trabajando en ese sentido.