La Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jaén ha abierto su Rastrillo Benéfico, en un local de la calle Navas de Tolosa, esquina con Antón de Cuéllar, cedido por la familia García, a la que agradecen su “humanidad, caridad y ejemplo”.
En horario de 9 a 14 horas, tienen permiso de apertura hasta el 31 de diciembre, de lunes a domingo. Ayer abrieron por la tarde, pero será a partir de la próxima semana, cuando abran en horario vespertino, según las nuevas normas restrictivas por la pandemia del Covid-19.
Voluntarios de la hermandad ocupan las horas en distintos turnos, especialmente los cofrades jóvenes y de mediana edad, garantizando todas las medidas de seguridad para que el Rastrillo Benéfico sea más seguro que nunca. “Todos los artículos donados han sido desinfectados. El local se ventila unos quince minutos cada vez que se pasa el nebulizador”, explica la Hermana Mayor, Mª Dolores Galán Gallego.
Con precios “muy asequibles”, se pueden adquirir peluches, juegos, prendas de vestir y artículos de decoración y menaje, todos donados por cofrades, conocidos, empresas y comerciantes. La recaudación se destinará a labores de caridad. Y es que la Hermandad ha sido ejemplo de solidaridad durante esta pandemia.
Están pendiente del permiso para instalar la tradicional ‘carreta solidaria’, el 19 de diciembre, en el exterior del Rastrillo. Mientras, se pueden hacer donativo en una hucha solidaria y entregar alimentos no perecederos, que llegarán a comedores sociales y a la Fundación Banco de Alimentos. “En estos momentos tenemos que sacar el lado más humano. Jaén nos necesita”, termina Galán, animando a los jiennenses a colaborar con un Rastrillo Benéfico organizado para “el bien de los demás”.