Jaén está inmersa en su feria y fiestas de la Virgen de la Capilla, con las calles y veladores abarrotados de vecinos que disfrutan de una cita, la de su patrona y alcaldesa mayor de la ciudad, que a pesar de ser la feria chica, luce como se merece: grandiosa. El día festivo de ayer demostró una vez más la devoción de Jaén por Nuestra Señora de la Capilla y fueron miles de personas las que siguieron, por la mañana la ofrenda floral, y por la tarde la procesión, que en esta ocasión recuperó la calle Ancha como estampa imprescindible a partir de ahora en su itinerario. Más allá de lo religioso, las fiestas han contado este año con una iniciativa nueva, privada, claro. El recinto ferial Alfonso Sánchez ha acogido una interesante apuesta lúdica para todos los públicos que desgraciadamente no está contando con el apoyo masivo de los vecinos, si bien su programación está incluso a la altura de la Feria de San Lucas, por lo que no estaría de más apoyar un proyecto al que tal vez le haya faltado promoción en los últimos días. Mientras tanto, el barrio de San Ildefonso luce como cada año de forma especial con calles repletas de veladores y ambiente festivo durante todo el día. Y como cada cuatro años, la feria coincide con la toma de posesión del nuevo gobierno municipal, si bien este año, los resultados y la falta finalmente de apoyos deslucirán, mañana, el inicio del mandato más complicado al que se ha enfrentado una Corporación.