El comedor de la parroquia de Belén y San Roque es uno de los termómetros más fieles de la realidad social de la capital y sus cerca de 5.000 cenas mensuales son la temperatura que viene marcando a lo largo del año 2014.
Un total de 86 familias jienenses acuden al comedor a por sus cenas pero no ocupan sus instalaciones. El menú se lo llevan a casa, protegiendo así su anonimato. Su situación económica es tan grave que responden al perfil de núcleos familiares en las que todos sus miembros están en situación de desempleo o se han quedado sin ingresos.
Según el párroco responsable, Juan Herrera, entre las personas usuarias hay “muchas mujeres solas con hijos”, que bien se han separado o cuyas parejas se encuentran privadas de libertad.
Las instalaciones del comedor han sido mejoradas desde que el 1 de junio de 2009 abriera sus puertas por primera vez. El comedor es ocupado por una media de 40 personas inmigrantes al día, de lunes a sábado.
Según Juan Herrera, en los últimos meses se ha producido un descenso en el número de inmigrantes demandantes de las cenas, aunque la situación “lejos de mejorar irá a peor en los próximos meses”.
La media de comidas al mes que se ofrecen es de casi 5.000 y se teme un incremento en los próximos meses, no sólo por la proximidad de la campaña de la recogida de la aceituna y la llegada de inmigrantes, sino porque “la situación de las familias no está mejorando”. En esta línea, Juan Herrera lamentaba que “si se produce un repunte económico, éste no empieza por los que están abajo, los más necesitados”, por lo que prevé que la caridad que ofrecen a los necesitados se prolongue en el tiempo.
Durante el mes de septiembre se han dado un total de 5.008 comidas y en algunos casos se ha llegado a las 248 personas, como ocurrió el pasado 30 de septiembre.
Desde comienzos del presente mes de octubre, se han ofrecido más de 1.100 cenas a los beneficiarios.