El hermano mayor de la Cofradía de Nazarenos de Jesús del Perdón, Cristo del Amor en su Prendimiento y María Santísima de la Esperanza, Rafael Mariscal, y el director del centro penitenciario de Jaén, Juan Mesa, presentaron ayer al preso indultado por aprobación del Consejo de Ministros el pasado 4 de abril, en este caso una mujer, que este año acompañará como nazarena a Jesús del Perdón.
Se recupera así una tradición de la Cofradía, que vivirá un Miércoles Santo “muy especial y emotivo”, dijo el hermano mayor. El indulto se oficializará en el Cuartel de la Guardia Civil. Allí se leerá el acta de liberación ante la imagen de Jesús del Perdón.
La indultada vestirá su túnica de nazarena y acompañará en procesión desde allí a la Imagen. Lo hará junto a otros siete presos con permiso especial. Para ella será el día en el que recupere su libertad.
Se trata de una mujer que responde a las iniciales M.H., A. y que ayer no mostró su rostro, tapado por un caperuz de color rojo, como el que lucirá el Miércoles Santo. Lleva 17 meses en prisión por un delito contra la salud pública. Ingresó por consumir y vender droga, pero según el director de la prisión “su evolución ha sido muy buena” y se merecía el indulto. De hecho se ha recuperado de su adicción a las drogas durante el tiempo de prisión y asegura que ha sido su único delito y su primera vez entre rejas.
La mujer dijo que conoció la noticia por los medios de comunicación. “Me enteré del indulto leyendo la prensa. Vi las iniciales y me di cuenta de que se refería a mi”, reconoció.
L
a indultada agradeció el gesto y el empeño de la Cofradía de Jesús del Perdón y reconoció que aún se encuentra en estado de shock, experimentando sensaciones en las que cabe el “miedo” por volver a su estado de libertad y la felicidad porque se le da la oportunidad de reinsertarse en la sociedad.
El indulto se oficializará el Miércoles Santo en el cuartel de la Guardia Civil, en torno a las seis de la tarde. “Ya tengo las zapatillas preparadas”, dijo la indultada.
El primero de los presos que la Cofradía liberó fue en 1955 y el último en 1974. Desde entonces han habido “intentos fallidos”, según recordó el hermano mayor.
La Cofradía e instituciones penitenciarias mantienen una estrecha relación durante todo el año, que se materializa con las actividades que realizan conjuntamente en prisión y en el exterior con los presos. Ahora, la indultada, que será la primera vez que viva la experiencia de nazarena, se compromete a hacerse hermana de la Cofradía y a llevar una vida que la mantenga lejos de lo que la llevó a prisión.