Si el miércoles era Emigrantes la que vivía un día muy especial sin salida, pero en hermandad, este jueves le tocaba el turno a Huelva, la populosa, la de las chaquetillas blancas, la que inunda las arenas de gentío.
Y aunque este año el coronavirus ha impedido a la hermandad onubense realizar su camino, sin duda lo vivido este jueves quedará en las retinas de sus hermanos. Una Misa de Romeros muy especial, llena de devoción y sentimientos, y abarrotada a pesar de las circunstancias, cumpliendo, eso sí, las medidas de seguridad.
Rocieros dentro y fuera de la casa de hermandad para orar junto al Simpecado de Huelva.
El Ayuntamiento lo explicaba así en Twitter: “Sin duda, la salida de la Hermandad de #Huelva hacia el Rocío transforma la ciudad y se convierte en una de las mañanas más bonitas que se viven en Huelva. Este año no hay camino, pero sí mucha Fe, devoción y pasión por un momento que es eterno mientras esté en nuestro corazón”.
A partir del domingo, quedan por delante cuatro días de actos conjuntos de las dos hermandades de la capital. Huelva y Emigrantes unidas ante la adversidad en el Pentecostés de la Luz.
De hecho, durante los días 2 y 3 de junio, el Simpecado de Huelva visitará por primera vez la Casa de Hermandad de Emigrantes.
De otro lado, la Diputación de Huelva ha realizado una entrega floral a la Virgen del Rocío, renovando así la tradición anual de realizar este gesto el jueves previo al Lunes de Pentecostés.
En esta ocasión ha sido en la Parroquia de la Asunción en Almonte, donde la Blanca Paloma se encuentra desde el pasado mes de agosto y donde permanecerá hasta 2021, al haberse suspendido el traslado y la romería de este año por la crisis sanitaria del coronavirus. Un Rocío muy diferente, pero con la Virgen en el corazón.
