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Huelva

La peor jornada en 30 años de historia

Las agrupaciones tuvieron que hacer frente a la primera sesión de semifinales del Carnaval Colombino ante un patio de butacas en el que reinaba el vacío

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Los superhombres.

Después dice mi parienta...

El hombre de sangre fría.

Los tocaos.

Sígueme.

El gran dictador.

La realidad es la que es y cambiarla sería una falta de respeto a todo aquel que exige claridad y veracidad con respeto a nuestra fiesta. Este carnaval requiere de esa transparencia, por mucho que le duela al carnavalero fiel, que se siente cansado de tanto ocultismo, de que se disfracen las situaciones para así evitar esa confrontación con la realidad.

El primer día de semifinales fue la peor jornada de cuantas he vivido a lo largo de los últimos 30 años. Jamás en esta historia que nos une a los carnavaleros he observado tanta dejadez, tanta desidia y tanto vacío en las butacas. En esta fase tan complicada en la que los grupos se lo juegan todo, el público es el instrumento necesario para sentir la llamada del Dios Momo, para cantar con ese entusiasmo y motivación que da esa simbiosis que se crea en el ambiente entre el respetable y las agrupaciones, que este lunes, por mucho que duela, no existió.

El sentimiento generalizado fue de vergüenza, de tristeza y de descontento, donde las preguntas se vociferaban en la carpa, se soltaban con indignación y rabia sin una respuesta que justificara lo vivido. Lo curioso, y lo puedo expresar con conocimiento de casusa, es que nuestro concurso pasa por uno de sus mejores momentos en cuanto a motivación y participación en la capital, donde los carnavaleros están poniendo todo para lograr superar las adversidades y solventar las distintas carencias que se observaban, sin un resultado por parte de quienes asumen las riendas de esta fiesta, que sin dudar de su esfuerzo, no se obtienen los resultados deseados.

Al margen de lo vivido, las agrupaciones se enfrentaron con una realidad que, aunque no sea tan habitual, condicionó en cierta medida la jornada, donde las más experimentadas y con cierto bagaje en estos menesteres pudieron superar el contexto existente y dejar ese buen hacer que tanto se requiere para convencer al jurado. Cabe destacar que en este primer día de semifinales se despidió desde las tablas uno de los chirigoteros más relevantes de nuestra fiesta, Nono Alvarado, quien asume uno de los papeles protagonistas de la chirigota ‘Los Tocaos’ y que dejará un vacío importante dada su calidad sobre el escenario, al que le deseamos que dicho adiós no sea para siempre.

Los superhombres: Un segundo buen pase para estos coristas de Sevilla que superan en esta segunda fase las preliminares a base de letras y un excelente potencial de voces. Saben marcar bien los tiempos y subir cuando se precisa. Da gusto escuchar a coros de esta calidad, bien trabajado y cantando con gusto. El popurrí está lleno de rítmicas cuartetas que engarzan a la perfección, cerrando su repertorio con una gran ovación del público. Lo veremos en la final luchando por ese primer puesto que este año se está vendiendo caro. Nos vemos en la final.

Después dice mi parienta que...: No logran convencer desde el principio, dado que ese impacto inicial lo perdieron en las preliminares. El tipo sigue siendo muy creativo y lleno de juegos que aprovechan a medias, sin sacarle el máximo rendimiento. La falta de público les influyó durante su actuación, algo que se entiende, pero el jurado debe sumar lo que observa y la calidad mostrada en todo su esplendor. En el popurrí se vienen abajo, a pesar de las dinámicas y activas cuartetas, que no obtuvieron los mismos resultados que en su primer pase. Gracias por vuestra participación.

El hombre de sangre fría: Ahora sí, como debería ser, como se esperaba y como ellos saben hacerlo. Perfecta ejecución del repertorio que supera con creces a su primer pase. Grupo más compacto, mejor interpretado y con ese gusto que su autor y director impregna en sus agrupaciones. Buena segunda letra -de impacto- y cuplés en su línea, rematando con un buen estribillo. El popurrí muy cuidado, con cuartetas de impacto y ese gusto que sus octavillas saben ofrecer. Sensaciones muy positivas para esta comparsa que llena el escenario y que pone esa guinda a un día controvertido, dado el poco nivel de participación, que ellos supieron superar.

Los tocaos: Los de Pedro Vinagre, para muchos la chirigota del alcalde, vuelven a mostrar su buen hacer en un repertorio lleno de buena literatura al estilo más puro de su autor, Antonio Cabezas, quien firma el segundo pasodoble, que junto al de Rafael Adamuz, se convierten en las mejores letras de esta modalidad hasta el momento. La presentación llena de ingenio y calidad en la interpretación por parte de Ismael Picharlo y Nono, terapeuta de este grupo de autoayuda. Los dos cuplés de Víctor Rúa marcan las pautas de cómo se debe hacer reír a un público y el final del popurrí, en el que paralizan el tiempo durante escasos minutos. Los veremos en la gran final.

Sígueme: Comparsa muy dulce que deja un buen sabor de boca en el teatro. Bien trabajada, afinada y con mucho gusto. Letras muy sociales que agradan al respetable y un segundo pasodoble con letras para Huelva, en agradecimiento a la atención con ellos/as. Se agradece la mención a mi persona. Los cuplés no llegan a convencer a pesar del buen estribillo. El popurrí muy dinámico, bien engarzado y destacando mensajes de estos conejitos que nos invitan a seguir su senda a través de una vida libre, muy diferente a la actual. Un placer disfrutar de vosotros.

El Gran Dictador: Esta comparsa de Sevilla se supera en este segundo pase, aunque no logra dejar un claro mensaje de su tipo, que sigue siendo un tanto controvertido, a pesar de las buenas intenciones. Mejor vocalización en un pase difícil que solventaron bien, algo que se les valora. El grupo suena bien, con voces muy aceptables y octavillas con buen gusto, a pesar de no convencerme el montaje. Precioso pasodoble dedicado a nuestra Andalucía y un popurrí muy bien llevado que recibió un gratificante aplauso como agradecimiento a su participación.

 

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