"Los animales que estaban fuera miraban a un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y de nuevo a un cerdo y después a un hombre, y ya no podían saber cuál era cuál". George Orwell, en Rebelión en la Granja.
El conflicto catalán se prolonga para hastío general porque lo copa todo como si nada más importara y, con él, crece la preocupación por saber hasta qué punto afectará a otros comicios electorales. Con 2017 a escasas semanas de irse por el desagüe, otro más, el inicio del 18 situará a las corporaciones municipales en campaña una vez concluidos los congresos locales. Sondeos reflejan consolidación y leve subida de PP y PSOE y de sus líderes, que crecen en valoración a lomos de la unidad nacional, ascenso notable de Ciudadanos en intención de voto y descenso poderoso de Podemos, cuyo líder incendia lo que toca, ha dinamitado el espíritu del 15M y todos sus círculos posteriores -¿qué fueron de ellos?- como también a aquellos compañeros de causa como Errejón o Bescansa cuando salidos de la uni hablaban de un mundo feliz sin jefes. Ahora hay solo uno, luce coleta y tiene a Orwell de profeta.
De cara a municipales, las marcas aportan o restan y luego son los candidatos los que hacen lo propio. Son los procés del momento, por la independencia en algunos sitios, por la dependencia en otros. Noviembre es un bonito mes para hacer encuestas, de hecho algunas se realizan/realizarán estos días antes del turrón para afrontar el inicio de año con lo más fresco del pensamiento urbano. Los que no las hagan ahora, esperarán a febrero, marzo o abril, un año antes de la cita para municipales del 2019. Cádiz, Jerez, San Fernando, Chiclana, El Puerto... Encuestas para pulsar y medir, también en según qué casos para tomar la decisión final.
En Cádiz el lío va por lavaeros. De un lado el PSOE debe afrontar la confrontación entre Fran González, que parece tiene bastante control sobre la agrupación local, y Blanca Flores, candidata auspiciada por Irene García y buena parte del sector sanchista bajo la idea Todos a por Fran -que parece haber tenido la habilidad de reunir a todos contra él-. Solo que Fran controla los números y podría ganar el congreso del próximo día 16 para ser después candidato y, llegado ahí, perder de largo frente a Kichi, coreado tras mandar a su jefe, Pablo Iglesias, a hacer gárgaras cuando éste le pidió celebrar en Cádiz la asamblea de cargos a favor de un referéndum pactado en Cataluña. Teo, mientras, deshoja la margarita y aunque a Juanma Moreno le gustaría renovar imagen como hará en Málaga -Bendodo- o ha hecho en Almería -Fernández-Pacheco-, Sanz insiste en ella y ella quiere encuesta que el regional pagará en breve antes de dar el sí quiero final. No le apetece para nada jubilarse con derrota, normal.
Mientras, en San Fernando Patricia Cavada se hará más fuerte con la secretaría general tras el paso atrás de López Gil, que desde que es viceconsejero de Presidencia se ha vuelto invisible con lo visible que antes era; Loaiza duda, también quiere datos, no le queda otra que ser candidato, no se ve sumando con nadie para hacerse con el despacho que la alcaldesa rediseñó por 600.000 euros. Al PSOE le gustaría congeniar gobierno con Ciudadanos y de hecho Cavada se lleva genial con Juan Marín, wasapean, y el PA de Fran, su socio ahora y que se presentará por AxSI, lo sabe y tuerce la ceja como sabe que su pelea de espacios es con los naranjas; lo de El Puerto es de nota. Porque David de la Encina, pese a los amagos de IU de dejarle solo y los malos tragos, no abandonará ni secretaría ni candidatura. Enfrente, el PP, con un Alfonso Candón obligado por Sanz y Sanz está por dejar de obligarle por siempre jamás tras la última, que resumida queda así: la familia de Candón se ha trasladado a Irlanda este curso escolar para que los cuatro hijos estudien inglés. Candón, diputado nacional, ha pedido el doble empadronamiento de El Puerto e Irlanda porque el Congreso paga el desplazamiento para que sus diputados acudan a las sesiones desde donde estén. Con los puntos que acumula, se hace la ida a Irlanda y, después de nueve días al mes que no hay sesiones, se vuelve a Madrid desde Irlanda a costa de los españoles y todo teniendo en cuenta que es el candidato por el PP de una ciudad donde prácticamente no está al estar siempre entre Madrid e Irlanda. El que pueda que lo mejore...; Ciudadanos busca candidato -Silvia Gómez lo deja- y un grupo de ex PP buscan partido, mientras que Antonio Jesús Ruiz medita, aunque ya lo tiene bastante decidido, volver a ser candidato por AxSI e intentar mantener con Puerto Real el diputado que hoy les permite sumar en Diputación. Rota se presenta calmada con Javier Ruiz Arana (PSOE) consolidado tras la debacle del PP, que ahora lo intenta con Oscar Curtido, y RRUU huérfano tras la salida de Lorenzo Sánchez, mientras que en Sanlúcar a Víctor Mora (PSOE) se lo pone fácil un PP dividido en dos grupos de tres por la bronca interna entre Ana Mestre y tres concejales que no van a pleno desde abril ante la guerra abierta porque, le explicaron al alcalde del PSOE por escrito, "no somos informados" por Mestre de los asuntos que debían votar -glub-; en Ciudadanos, Elena Sumariva se sospecha que guarda el sitio a Juan Marín para cuando éste se vuelva de Sevilla y, remato, un grupo de pijos monta el CCD: Ciudadanos de Centro Democrático -glub, glub- bajo los cascos de bodegas Yuste.
Chiclana será de Chefy y como últimamente está en modo combate quisiera que los de enfrente le retaran en un duelo con Belizón, quien en público se atreve a exponer la idea aún sabiendo que dentro de la agrupación local controla menos que poco, que es nada. Algeciras no duda del liderazgo de Landaluce (PP) que la lía quitando asesores frente a un PSOE que tendrá un congreso con hasta tres candidaturas: Rocío Arrabal, cercana a Juan España, y Juan Lozano, que los es a Ruiz Boix, seguras. Puede que se sume Isabel Beneroso, que en su día fuera de España y que ahora no. Parece que ganará Lozano. Dimitido el jefe de gabinete del subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Ruiz, a quien piden cárcel por unos contratos firmados cuando era concejal del PP en Arcos y por ello está "llorando por las esquinas", lógico, se ha quedado el puesto Enrique Moresco para cobrarse un compromiso que tenía con él Sanz desde que le pidió que dejara la alcaldía de El Puerto en manos de Candón -el irlandés...-.
Y en este Arcos su alcalde, Isidoro Gambín (PSOE), anuncia su renuncia y dos candidatos, Ana Carrera y Miguel Ángel Gil, negocian lista de consenso. Puede darse que haya un secretario general y que la candidatura a la alcaldía sea para Ana Carrera, la diputada más cercana a Irene García, que regresada de Londres se encuentra llamaradas en Algeciras y Arcos, incendio potente en Cádiz y hectáreas de campo arrasadas con humareda sobre el cielo que cubre la campiña de Jerez.
Jerez. Mientras que Pelayo aún no ha anunciado su candidatura porque antes le ha pedido a Sanz una encuesta que mida sus posibilidades y aunque sabe que a estas alturas tiene pocas salidas aunque no quiera, y no quiere ser por todas las razones posibles una detrás de otra, lo realmente entretenido está en el PSOE. De los 414 militantes convocados a votar el próximo viernes 17 si no hay acuerdo para lista única entre el grupo de Mamen Sánchez y el de Isabel Armario, y nada hace indicar que lo haya pese a los intentos de mediación de Becerra proponiendo una lista encabezada por un tercero, los números arrojan por encima de 160 en un bando, por debajo de 140 en otro y sobre 50 escondidos. El resto no suele ir a votar. Pocos dudan ya de que entre todos están metiendo al partido en un lío y resultará difícil explicar a su electorado por qué, qué lo justifica; la razón es el enfrentamiento intenso que mantienen desde hace años personas que dan sentido a eso de al suelo que vienen los nuestros. Gran frase. No hay peor enemigo que el compañero de filas, al adversario se le ve de frente y venir. Llama la atención la nula capacidad mediadora de un partido que, al contrario, ha alimentado la crisis política en la ciudad que gobierna más importante de la provincia de Cádiz, quinta en Andalucía.
Pasa a diario en política, donde no se hacen prisioneros ni amigos. Se hacen cómplices, UTEs, que son uniones temporales por intereses momentáneos, adversarios y muchos enemigos, está en general no bien pagada y muy mal considerada. Pero siendo sinceros, y lo saben tanto los citados como aquellos que lo viven de cerca, vivir de la política está muy bien; cierto que la incertidumbre es grande por cosas como ir en listas y en puestos de salida, congresos y gente votando, pero si tocas pelo lo compensa el reconocimiento social, un buen status, en muchos casos viajes, entradas a teatros, toros, actos variados con canapés ricos y bebidas y gente amable persiguiéndote, conductores en según qué casos, escasa presión laboral porque los jefes están a lo mismo y solo la siempre manejable social, un horario bastante intenso pero flexible, elegancia en el vestir por eso de la imagen, no hay problemas nunca con nóminas o extras... De hecho, tampoco el asunto ideológico es crucial -van más a misa los mayores del PSOE que los jóvenes del PP- y a pesar de que casi todos en algún momento dicen eso de "es agotador" y cuando termine el mandato "lo dejo", Carmela, al final nadie lo hace, al menos por voluntad propia. Debe ser por algo.
Bomarzo
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