Eso de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio es uno de los mayores vicios del arte de la política actual, y uno de los recursos manidos que los representantes políticos aún siguen utilizando. El último ejemplo en Huelva de este modo de proceder lo hemos tenido este miércoles con las críticas del Grupo Popular a la gestión del PSOE con Cultura en los Barrios, un programa que en los últimos años de los populares gobernando ha sobrevivido manteniéndose en el alambre.
   Así, recién iniciado el curso político, la concejal Juana Carrillo, hasta la pasada edición al frente de Cultura en los Barrios, presentó una moción con la que su grupo pedirá en el próximo pleno “el mantenimiento” de este “programa generador de empleo, participación y convivencia”. En la defensa de su moción, Carrillo ha lamentado la “incertidumbre y preocupación que existe entre los monitores y beneficiarios, ya que todavía no se conoce nada del nuevo curso”.
   Precisamente incertidumbre y preocupación es lo que empezaron a tener los monitores y beneficiarios desde la edición de 2011, cuando Cultura en los Barrios echó a andar a mediados de noviembre, un mes después de lo que venía siendo habitual. Repasando la hemeroteca de Viva Huelva, se refleja en su edición del 22 de noviembre de 2012 que las asociaciones de vecinos criticaban cómo desde el Ayuntamiento se habían desplazado varias fechas de inicio. Al final, aquella edición no empezó hasta enero de 2013 con recortes en los horarios de los monitores y los diferentes cursos para adaptar el programa al plan de ajuste municipal.
   El inicio de la pasada edición se adelantó al mes de diciembre en una estrategia pre-electoral pensada para hacer coincidir las numerosas exposiciones con la época  de precampaña municipal. Pero esta vez Cultura en los Barrios no le sirvió a Pedro Rodríguez para atraer el voto de la ‘universidad del pueblo’, como a él le gustaba llamar a este programa.
   Ahora, en septiembre, el PP mete bulla para fijar una fecha de inicio de un programa que siempre ha servido, además de para dinamizar las actividades de las barriadas, como arma política entre gobierno y oposición.
   Para la próxima edición, aún en ciernes, la actual concejal de Participación Ciudadana, María José Pulido, ha informado de que su departamento tiene la “voluntad de invitar e involucrar a todas las entidades y asocaciones para la elaboración de la programación”, con la intención de que el programa siga vivo ganando en participación e implicación de los que le dan forma: los ciudadanos y ciudadanas  onubenses.