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Huelva

Una montaña rusa albiazul

Idas y venidas y un mismo sentimiento. El Decano del fútbol español cumple 125 años... y los que vengan

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  • Once del 1978/79 -

125 años dan para mucho. Desde los primeros años del amatuerismo, emprendiendo el camino de la profesionalización hasta la mejor época del fútbol onubense. Los emigrantes ingleses nos trajeron uno de los mejores regalos: el fútbol y el Recreativo de Huelva.

Tras mucho tiempo gestándose la práctica del futbol con la venida de los ingleses a  Riotinto a la industria minera, el 23 de diciembre de 1889 se oficializa la creación del Real Club Recreativo de Huelva con la iniciativa de Charles Adams y varias personalidades. Adams sería el primer presidente del club albiazul.

Durante los primeros años, el club disputó partidos con sociedades de corte similar en Sevilla (algunos historiadores y expertos establecen que con el Sevilla primigenio aunque los archivos históricos dicen que no) y dispusieron de su primer estadio, el Velódromo, además de ganar su primer título, de carácter amistoso, la Copa Seamen's Institute en 1906.

Estos primeros años del club se marcaron por la escasa o nula profesionalización del fútbol puesto que no estaba muy extendido a nivel nacional y porque el mismo deporte no estaba institucionalizado ni se promovía dicho proceso por parte de la entonces regente María Cristina.

La llegada de Alfonso XIII marcaría el camino de la profesionalización del deporte rey. Además de crearse la Real Federación Española de Fútbol, se disputó el primer campeonato de España en 1902, que lo disputaría el club onubense años después y seguiría disputándolo a la par que jugaba campeonatos en Andalucía. En 1929 se crean la Segunda y Tercera División, categorías en las que compitió el club hasta el histórico 1978.

1978
La historia del Decano cobra un sentido aún más histórico a partir de 1978. El fútbol moderno ya estaba asentado y totalmente institucionalizado en España, existiendo diversas categorías como Primera, Segunda, Segunda B o Tercera División. En ese año, una plantilla integrada por jugadores como Víctor Espárrago, Enrique Lora o Isabelo Ramírez, entre otros, logró la primera gran hazaña del balompié onubense.

Un domingo de Pentecostés, entre el júbilo propio de la Romería de El Rocío, el club ascendería a Primera División, situándose en la élite junto a clubes como Real Madrid, FC Barcelona, Atco. Madrid o Valencia CF, entre otros, y visibilizando el deporte onubense a nivel nacional. Víctor Espárrago se mostraba emocionado al recordar el ascenso en una entrevista que concedió y aseguró que el salto a la élite “es historia, un acontecimiento que al que lo vivió lo marcó” y dejó una puerta abierta a entrenar al club  en un futuro.

En 1979 se produjo el descenso a 2ª División y, en 1990, la caída al infierno, significando el punto negro de la historia albiazul. La crisis económica y la 2ª B fueron el escenario albiazul hasta la llegada de Pedro Rodríguez a la alcaldía en 1995 y la actuación del Ayuntamiento.

Venta del Colombino y la final de Copa del Rey
Tras la venta del Viejo Colombino y la subvención del Trofeo Colombino, ambas medidas promovidas por el Consistorio para reducir la deuda, en 2.000 se produjo la llegada a Segunda División y en 2002 y, cómo no, Domingo de Pentecostés, el Recreativo volvería a Primera.

Tras una primera vuelta nefasta y otra inmaculada, el club se quedó en la orilla y no pudo terminar de llegar a la arena de la élite. La otra cara de la moneda en esa temporada fue que en 2003  el club estuvo cerca de su primer título grande. La Copa del Rey y el estadio Martínez Valero guardarán un momento imborrable para el aficionado onubense. Final ante el RCD Mallorca. Oportunidad para ser grandes. Sin embargo, nos volvimos a  quedar en la orilla.

Tras dos años, en la temporada 2005/2006, el club vuelve a la categoría reina y de la mano de jugadores como Uche, Sinama Pongolle, Jesús Vázquez o Santi Cazorla, comandando la nave albiazul con maestría Marcelino García Toral, el club realiza su mejor campaña en Primera y quedándose, como no, a la orilla pero, esta vez, de Europa. Fueron octavos. Sin embargo, el sueño de Primera terminó. Tres años después del ascenso, en 2009, el club volvía a la categoría de plata. Desde entonces, todos sabemos la historia. Deambulando sin pena ni gloria por Segunda y con una sensación de apatía y desafección.

El Recre actual
En la temporada actual, el club vive un momento dulce en cuanto a la clasificación. La temporada pasada fue la primera de Sergi Barjuan, firmando un contrato para tres años con el objetivo de subir a Primera. Tras una primera temporada del técnico catalán algo irregular en la que el equipo consiguió la permanencia, la segunda de Sergi ha disparado las ilusiones recreativistas. De 35 jornadas, 31 se ha dormido en la zona noble, incluso siendo líderes en algunas jornadas.

Pero la irregularidad es una seña del Recreativo y, encadenando malas rachas con buenas, el club se encuentra bajo en ánimo, intensidad y juego. Un conjunto que mostró en un tiempo un fútbol de muchos quilates y con ritmo vertiginoso y en otros muestra un juego raquítico e insulso. Un equipo en el que, tanto en su juego como en su historia, las idas y venidas son ‘el pan de cada día’.

Tras empezar la temporada en una posición impensable, siendo líderes con 26 puntos de los primeros 33 disputados, y con un juego de altísima calidad, el club empezó a bajar prestaciones y tras encadenar una serie de resultados adversos, han empujado a los de Sergi de posiciones privilegiadas, relegándolos del acceso directo y play-off de ascenso, aunque mantienen todavía opciones, novenos con 53 puntos. Además, la fractura social ya es un hecho y llega en el peor momento.

125 años merecen pasarlo en la cúspide y no hay que desaprovechar una ocasión así. Cinco jornadas para el fin y el club sigue cerca de posiciones privilegiadas. Debemos remar en una misma dirección aceptando las críticas constructivas para construir un futuro más esperanzador del que tenemos ahora.

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