Investigadores de las universidades de Huelva, Sevilla, Córdoba y Extremadura han diseñado un robot de bajo coste destinado a la vigilancia de mayores o discapacitados en entornos domésticos inteligentes.
Según ha explicado Nieves Pavón, investigadora del proyecto en la Universidad de Huelva, las capacidades cognitivas del robot, aún en fase de prototipo, le permiten "comprender y ejecutar órdenes del usuario, por ejemplo, si se le pide que vaya a un sitio, el robot busca el camino adecuado para llegar por sí mismo".
Además de los algoritmos de inteligencia artificial que aumentan la autonomía, otra de las ventajas es la reducción del coste pues "hasta ahora, los diseños robóticos resultan más costosos porque requieren cables, instalación de cámaras o dispositivos de domótica, que implican hacer obras en el edificio donde van a actuar", ha señalado en un comunicado.
En este caso, los investigadores proponen una instalación sencilla, que pueda acometer el propio cuidador, reduciendo el coste del prototipo, que tiene medio metro de altura y unos 7 kilos de peso.
"El objetivo final es que el robot se compre al mismo precio que un electrodoméstico, entre 500 y 1.500 euros, porque se le pueden añadir extras. Incluso exploramos que se pueda alquilar por un tiempo", ha adelantado.
Los científicos han desarrollado experimentos en los que el robot se comunica con una red inalámbrica de sensores para realizar tareas de posicionamiento.
De este modo, navega de forma autónoma a través del hogar de una persona para acometer tareas de vigilancia del estado de la persona dependiente, mientras que el cuidador puede comunicarse con el robot a través de dispositivos móviles y controlarlo de forma remota si es preciso; el siguiente paso es complementarlo con sensores ambientales para mover puertas o desplazar objetos.
Todo ello es posible mediante un software que permite al robot entender donde se encuentra, que funciona a partir de un mapa con el cual la plataforma robótica va aprendiendo los recorridos de la casa, mediante algoritmos basados en inteligencia artificial.
Los expertos trabajan ahora en experimentos que simulan cómo funcionaría el robot en un domicilio y el siguiente paso es configurar un prototipo más robusto para probar en una residencia o varias viviendas con la idea de comprobar la aceptación del usuario.