Presentaba "unas heridas posiblemente por haber sido golpeada o capturadas y haberse intentado librar de las artes de pesca"
Un ejemplar muerto de mantarraya de unas dimensiones en torno a los 70 centímetros de envergadura ha llegado a la playa de Islantilla arrastrado por la marea, posiblemente tras ser capturado en alta mar y librarse de las redes de los pescadores.
Fuentes de la mancomunidad Islantilla han explicado que, a pesar de que esta especie no es visible habitualmente por los turistas en la playa, "es muy común en el Atlántico", y presentaba "unas heridas posiblemente por haber sido golpeada o capturadas y haberse intentado librar de las artes de pesca".
El animal ya llegó inerte a la arena, donde ha atraído la atención de los bañistas por su espectacularidad, y se trata de una ejemplar de la familia de las águilas marinas que ha sido enterrado en la misma playa.