La Guardia Civil ha detenido a 13 personas y ha imputado a otras tres tras dar por desmantelada una red de profesionales dedicada al hurto y falsificación de recetas medicas, con lo que llegaron a defraudar a la Seguridad Social más de 300.000 euros.
El subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, y el teniente coronel jefe interino de la Comandancia de la Guardia Civil, Francisco García, han informado hoy de los detalles de la denominada Operación Felicia.
La investigación, que ha tenido como ámbito principal de actuación las provincias de Huelva y Sevilla, se inició en junio del pasado año y ya se ha dado por cerrada.
Entre los detenidos se encuentran dos médicos, una farmacéutica y diez visitadores médicos, mientras que los imputados son un visitador médico y dos farmacéuticos.
A todos se les imputan los delitos de hurto continuado de recetas y sellos médicos, receptación de recetas con conocimiento de su ilícita procedencia, falsedad en documento público, denuncia falsa, estafa al Servicio Andaluz de Salud, usurpación de estado civil, y delito de cohecho.
La investigación comenzó tras la denuncia de un médico de Ayamonte en la que manifestaba que le habían sido sustraídos siete talonarios de recetas del centro de salud de Punta del Moral.
Todas las recetas que fueron analizadas por los agentes habían sido sustraídas y posteriormente utilizadas para la obtención de medicamentos de precios elevados y a pesar de que los datos que presentaban tanto de pacientes, generalmente jubilados, como de médicos eran reales, todos negaron bien haber recibido las medicinas o haber extendido las recetas.
El análisis de la documentación que fue entregada por la Inspección de Farmacia condujo hasta una farmacia de la capital, donde una adjunta que había trabajado en ella había expedido medicamentos a través de estas recetas sustraídas, por lo que fue detenida.
En su declaración, esta detenida dijo que a pesar de sospechar que las recetas eran fraudulentas, las expendió porque eran llevadas por representantes de laboratorios farmacéuticos con la intención de aumentar las ratios de venta de determinados productos.
Comprobado este extremo, se detectó otra partida de 125 recetas de un determinado producto farmacéutico en las provincias de Huelva y Sevilla, lo cual condujo a la detención del visitador médico.
Esta detención llevó hasta un médico de Punta del Moral, presunto "conseguidor" de las recetas, quien fue detenido en el centro de salud de Cartaya.