El 95 por ciento de las camas hoteleras de la Costa Tropical, en Granada, incluyendo las de los grandes hoteles, van a permanecer cerradas esta primavera, al objeto de tratar de salvar el verano con el turismo nacional, si los datos de la pandemia del coronavirus no empeoran con una cuarta ola.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, Jesús Megías, ha explicado que esta decisión habría sido la misma en caso de que la Junta hubiera abierto la movilidad entre provincias andaluzas, y que las previsiones de los empresarios para estas aproximadamente 6.500 camas pasan por volver a evaluar la situación a partir de finales de mayo, pues, "sin turismo internacional es muy difícil subsistir en abril, mayo, y junio".
La reapertura de cara al inicio del verano trataría de "salvar parte de la actividad en julio y agosto", con turismo nacional en caso de apertura del cierre perimetral entre comunidades autónomas, y en unos términos similares al de 2020, "aunque fue malísimo".
Mientras tanto, los hoteles más pequeños que han permanecido abiertos en las distintas fases de restricciones de la pandemia, desde principios del pasado otoño, que pueden sumar en total entre 300 y 400 camas, están teniendo en el final de este invierno unas ocupaciones en fines de semana que pueden situarse entre el 50 y el 60 por ciento, con precios "medios y bajos", que se ajustan a una demanda fija de turismo "vacacional" de "dentro de la provincia", sobre todo joven y de parejas, que podría aumentar con el aumento de los horarios de la hostelería que entra en vigor desde este viernes en Andalucía. Junto con el servicio de restauración que ofrecen, pueden "salvar" la Semana Santa.
Los granadinos practican en la Costa Tropical principalmente un "turismo residencial", ha agregado Megías, en referencia al segmento del que depende en este momento el destino, dentro del Distrito Sanitario Sur de Granada, que, en nivel 2 de riesgo, a diferencia de los del resto de la provincia, en la última semana, ya han estado cerrando en los últimos días la actividad no esencial a las 21,30 horas.
En este contexto, se trata de "mantener la calma y abrir los hoteles en el mejor de los escenarios", ha explicado el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa Tropical, para la que, con "cuatro días de Semana Santa", a un establecimiento "de envergadura de más de cien camas" no le salen las cuentas para salir de la situación de ERTE en que se encuentran y reabrir, aunque hubiera habido turismo de otras provincias andaluzas.
Jesús Megías ha vuelto a insistir a las administraciones en la necesidad de ayudas directas, que sean "creíbles" y no estén solo "en el papel", aludiendo a los "gastos fijos" a los que han de hacer frente, así como a la exención de impuestos como el IBI o el IAE hasta "por lo menos" el año 2025, todos los cuales van a dejar a "muchos en el camino".
Es pronto, en cualquier caso, para que los empresarios tomen una decisión tan drástica como no reabrir, y, en opinión de Megías, hay que esperar a ver cómo va el verano en términos de ocupación hotelera, y también de datos de la pandemia, y si se puede alcanzar una "pequeña normalidad" a partir de octubre, o si se vuelve a un "nuevo punto de partida".
SATISFACCIÓN EN LOS CHIRINGUITOS
Consultado también por Europa Press, el presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, ha mostrado su "satisfacción" tras la ampliación de horarios a partir de este viernes para el cierre de los establecimientos de hostelería, aunque, a su parecer, se queden "un pelín" cortos.
Después de una semana en que han podido "alargar la tarde", con el horario hasta las 22,30 horas "no es que se vaya a dar la cena pero sí que se puede decir que se puede dar alguna pre-cena" a los visitantes granadinos, ha agregado Trujillo, quien ha detallado que el 95 por ciento de los chiringuitos están ya en funcionamiento, y que, a partir de esta semana, se espera se vayan incorporando, con vistas a la Semana Santa, el resto hasta los 67 que conforman el total.
Mientras, y en ausencia del turismo extranjero, se funciona "los fines de semana bien, pero entre semana caemos en picado", con "dificultades para mantener la plantilla", ha resumido a la espera de que esos residentes de otros países poco a poco vayan llegando conforme se abran los viajes en destino.
