El público de los festivales cada vez es más exigente. Ya no solo vale ofrecer conciertos durante varios días. Con esta máxima, los organizadores se devanan los sesos por aportar un extra a sus eventos para hacerlos más atractivos. Dentro del Pomelo Fest ‘12 que se desarrolla desde este viernes y hasta el domingo en Estepona, podemos encontrar un ejemplo muy claro.
Marcar la diferencia es el objetivo. Y los chicos de El Buen Pomelo se llevan la palma. Esta edición nos llevan el arte a un escenario muy peculiar: Samuel-Sigrid Peluqueros, donde la joven almeriense Sonia Salmerón expone hasta el próximo 30 de septiembre “Love Conspiracy”.
Compagina la docencia -es profesora de dibujo- con la pintura. “Una peluquería es el lugar más peculiar donde he expuesto pero también he hecho muestras hasta en una casa okupa; el arte tiene cabida en todas partes”, explica. Así, los clientes del establecimiento, entre tinte y corte, pueden disfrutar del particular universo de Sonia Salmerón.
“Me preocupan temas universales como el amor, la tristeza o la soledad, intento transmitir un mensaje a través de un lenguaje que a primera vista parece más accesible”, asegura la artista. Obras coloristas, llamativas, de estilo naif, a caballo entre la figuración y la abstracción. Singulares personajes, con especiales características, “algunos tienen tres dedos o no tienen cuello”, indica, marcan la obra de la joven artista. Los hay que se repiten a lo largo de su trayectoria profesional, personajes a los que la artista tiene un cariño especial, como el escritor al que le cuesta abandonar a los protagonistas de una novela.
Como muchos artistas, comenzó en el arte copiando láminas o bodegones. Finalizar sus estudios en Bellas Artes marcó el inicio de su estilo propio. Una evolución natural basada en la necesidad de traslucir su alma al óleo, un trasfondo íntimo que ahora podemos disfrutar en el lugar más insospechado: una peluquería.